Unos 300 motoristas participan en el primer encuentro hispano-portugués
La cita tuvo un carácter solidario, ya que los participantes aportaron productos no perecederos que fueron entregados a Cáritas parroquial de San Roque
TANIA AGÚNDEZ
Lunes, 14 de abril 2014, 12:48
La pasión por las dos ruedas sobrepasa fronteras. Quedó demostrado ayer con la celebración del primer Hermanamiento Motero Solidario Hispano-Luso. Para disfrutar de la afición por las motos y compartir una jornada de viaje y diversión al mismo tiempo que se ayuda a los más necesitados, el colectivo realizó un encuentro en el que participaron motoristas de Badajoz, Cáceres, Madrid, Elvas, Lisboa o Portalegre, entre otras localidades. La cita, que comenzó a las 9 horas, logró reunir a unas 300 personas. «La intención es conocernos y unirnos. Se han sumado muchos miembros de diferentes motoclubes y aficionados a las motos», señaló Antonio Márquez, uno de los asistentes.
Los motoristas que acudían de ciudades españolas se concentraron frente a la parroquia de San Roque, en la calle Porvenir. Desde allí se dirigieron hacia Elvas, donde se unieron numerosos aficionados. Los asistentes aprovecharon para tomar café con dulces portugueses en la plaza de La República.
Posteriormente se dirigieron hacia Puente Ajuda y después visitaron Olivenza. Alrededor de las 13 horas iniciaron la vuelta a Badajoz. A su regreso, los participantes pasaron por el barrio de San Fernando y subieron hasta el Fuerte de San Cristóbal. También pasaron junto a la muralla de la Alcazaba.
Volver a repetir
La ruta concluyó sobre las 14 horas en el punto de partida. «El evento ha sido un éxito. Nuestra intención es poder volver a repetirlo», agregó Márquez. A su llegada, los motoristas se reunieron para disfrutar de una barbacoa amenizada con música no sin antes mostrar su faceta más solidaria. Luis Ferrera, gran amante de las motos y dueño del bar la Soledad, ha promovido y organizador el evento. Este empresario, cuyo local se encuentra ubicado en el barrio de San Roque, conoce de cerca las dificultades económicas que atraviesan en estos momentos muchos vecinos de la zona.
Por este motivo, Ferrera decidió incorporar a esta iniciativa un carácter solidario. Así, pidió a los participantes que aportasen un kilo de alimento no perecedero para donarlo a Cáritas de la parroquia de San Roque, entrega que se llevó a cabo al finalizar el recorrido en moto. Llevaron azúcar, leche, pasta y legumbres, entre otros artículos de alimentación, que irán a parar a las familias más necesitadas del barrio. Se consiguieron reunir más de 300 kilos de comida.
El párroco Luis Romero agradeció la colaboración de este colectivo. «Gracias a la ayuda de gente solidaria y acciones como estas podemos desarrollar nuestra labor», apuntó. En el templo también se procedió a la bendición de los cascos.
Romero indicó que actualmente Cáritas parroquial de San Roque atiende a 200 familias, entre las que distribuye en torno a 5 toneladas de alimentos al mes. «Una cifra que va en aumento», aseguró. Antes de la crisis esta entidad social y caritativa se ocupaba de apenas una docena de familias.