El Consorcio limpia una pintada en el Puente Romano
El director científico del Consorcio, Miguel Alba, afirma que no han podido actuar antes en este lugar por el mal tiempo y la lluvia, teniendo que esperar a que la piedra se secase y orease para poder trabajar sobre ella
M. Á. M
Viernes, 21 de febrero 2014, 01:44
Personal del Consorcio de la Ciudad Monumental se afana durante estos días en borrar una pintada que apareció hace ya más de un mes en una de las paredes laterales del primer descendedero del Puente Romano hacia la Isla, el que está situado al lado de la Alcazaba.
El director científico del Consorcio, Miguel Alba, afirma que no han podido actuar antes en este lugar por el mal tiempo y la lluvia, teniendo que esperar a que la piedra se secase y orease para poder trabajar sobre ella.
Alba asegura que ya han puesto la denuncia correspondiente en la policía con la esperanza de que, como ha ocurrido ya en alguna ocasión, pueden saber o incluso pillar a su autor o autores.
El directo del Consorcio explica que no es fácil retirar las pintadas en una superficie como el granito del puente romano. El método de trabajo empleado es muy meticuloso y cuesta algo de tiempo que desaparezcan de donde la hicieron.
Aunque el Puente Romano es el único sitio donde por el momento se está actuando, dice que también han detectado algún grafitti en la Alcazaba.
Por su parte, el restaurador del Consorcio, Pedro Dámaso, confirma lo que dice Alba sobre que han tenido que esperar a que dejara de llover para poder comenzar los trabajos de limpieza de la piedra. Se iniciaron el pasado martes por la mañana y se prolongarán durante varios días.
Incide en la complicación que conlleva dejar como estaba antes y en el mejor estado posible la parte afectada del descendedero. Para ello, un par de personas trabaja de forma concienzuda, con mucha paciencia, ayudados por un disolvente especial utilizado en restauración más agua y jabón neutro.
Señala Dámaso que, concretamente esta pintada, se quita muy mal porque, además de que ha pasado ya mucho tiempo desde que se hizo, el granito ha absorbido muy bien la pintura, haciendo mucho más complicado su completa desaparición.
Describe el grafitti como un dibujo de grandes dimensiones, de unos cuatro metros de longitud, con una bandera de color rojo, amarillo y morado, la bandera de la república, de cincuenta por treinta centímetros, la frase 'aborto libre' y una firma de autor.
«Lo que más trabajo nos va a costar sacar de la piedra es el color morado de la bandera, que está muy absorbido por el granito. Parece que el color rojo nos costará menos limpiar», explica Dámaso, que asegura que les duele mucho que hagan pintadas sobre todo en este sitio, una de las entradas a la ciudad y en un sitio de mucho paso y tránsito de personas.