El dueño de la fotovoltaica de Talaván prevé que funcionará en 2020
La empresa israelí que la compró hace un año calcula una inversión de más de 200 millones para una de las plantas más grandes de Europa
Las obras, a comienzos del próximo 2019; los primeros gigavatios de electricidad, un año después. Estas son las previsiones que se manejan para una de las grandes plantas de energía fotovoltaica de Europa que se desarrollará en suelo extremeño a corto plazo. Es la fotovoltaica de Talaván, en el centro de la provincia cacereña, el primero de los grandes proyectos de renovables que contó no solo con la declaración de impacto ambiental (DIA) positiva desde 2014 sino con el resto de autorizaciones administrativas fundamentales para ser una realidad. Su dueño, la empresa israelí Ellomay Capital, contempla una inversión que superará los 200 millones para una instalación con 300 megavatios de potencia.
El proyecto fotovoltaico se presentó en 2012. Prevé ocupar una superficie de 511 hectáreas no solo del término de Talaván sino también de los vecinos de Santiago del Campo, Hinojal y Casas de Millán. En un inicio se habló de 331,8 millones de inversión por parte de su impulsor, la alemana Gehrlicher a través de una filial en España. Pero entró en quiebra. Los israelíes de Ellomay se quedaron en abril del año pasado con el proyecto de Talaván, Talasol Solar.
La empresa ha informado de que ha firmado un acuerdo de compraventa de energía para los próximos diez años de la planta fotovoltaica que prevé construir en Extremadura. La compañía asegura que ha alcanzado un acuerdo vinculante con una sociedad energética internacional que opera en más de 40 países para venderles la producción de la planta.
De forma explícita, los dueños de la fotovoltaica de Talaván apuntan que conseguirán «el cierre financiero» para el proyecto Talasol durante este segundo trimestre, a más tardar, en verano, y que comenzará «su operación comercial en 2020». Esto es, comenzará a producir energía dentro de año y medio, por lo que el inicio de la construcción del complejo fotovoltaico será el próximo año.
El alcalde de Talaván, Francisco Miguel del Barco, informó este jueves a este diario que la empresa le ha comunicado que tiene intención de solicitar el permiso de obras en enero próximo. Una vez registrado, el Ayuntamiento lo concedería en pocos días. Talaván, a 30 kilómetros de Cáceres, ronda los 850 habitantes y pertenece a la mancomunidad Tajo-Salor.
Pendiente de Adif
Una vez que entre en servicio la fotovoltaica, se estima que produzca 580 GWh (gigavatios/hora), equivalente al consumo eléctrico anual de unas 170.000 viviendas (suponiendo una vivienda media de tres personas). Espera generar unos ingresos anuales de cerca de 25 millones de euros.
La planta cacereña, con un plazo de construcción de entre diez y quince meses, necesita una infraestructura fundamental que todavía no existe y no es competencia de la empresa de renovables. Se necesita contar con la subestación eléctrica planeada en Cañaveral, gestionada por Red Eléctrica de España. La ideada en su día para el proyecto original del AVE o ahora del tren de altas prestaciones electrificado.
El Gobierno se comprometió a que será más grande la subestación de Cañaveral para evacuar toda la energía procedente de la planta de Talaván. «Esperemos que para 2020, como dijo Adif, esté lista la subestación», agregó Del Barco a HOY en junio pasado.
La de Usagre, pendiente de permisos de Madrid
El proyecto fotovoltaico de Usagre, en manos de Iberdrola aunque su promotor y aún socio es la empresa extremeña Ecoenergías del Guadiana, necesita dos permisos de Madrid para que sea posible cumplir su pronóstico de iniciar su construcción en el último trimestre de este año. Para que eso sea posible le queda la autorización del Ministerio de Energía y recibir el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia.
La fotovoltaica Núñez de Balboa, con una inversión superior a los 300 millones y 431 MW de potencia, estará también en funcionamiento en 2020 si no hay imprevistos. Su construcción durará dieciséis meses. Generará unos 800 empleos en esta fase. Una vez en marcha tendrá una plantilla estable de 70 trabajadores. Se ubicará en el término de Usagre (80% de la instalación) y en el de Hinojosa del Valle (20%).
