Refrescos con denominación de origen de Extremadura
La empresa morala Gaseosas La Exquisita embotella más de 100.000 litros de bebidas refrescantes al año y la mayoría los vende en su propia comarca
JOSÉ MANUEL MARTÍN
Domingo, 29 de junio 2014, 00:28
«Hace 30 ó 40 años había embotelladoras de refrescos en muchos pueblos. Ahora han ido desapareciendo porque las grandes marcas se han quedado con todo el mercado», apunta Fernando Rodríguez, propietario de Gaseosas La Exquisita, una empresa que nació en el año 1956. Sin embargo, él sigue resistiendo y ha convertido a su empresa en la única de la comarca del Campo Arañuelo, y una de las últimas de toda Extremadura, que elabora sus propias bebidas refrescantes y las embotella.
Las instalaciones de esta firma se ubican en Navalmoral de la Mata, pero no siempre han estado allí. Hasta Campo Arañuelo se desplazaron desde La Vera, en concreto desde Losar, donde La Exquisita tenía otra planta embotelladora. «Vimos más posibilidades de negocio aquí y nos vinimos», apunta el dueño de la empresa, que considera que la desaparición del resto de embotelladoras también es causa, además de las grandes marcas que trabajan para hostelería y alimentación, de las modas porque el consumo de gaseosa ha descendido mucho en los últimos años.
En la actualidad, la empresa tiene tres trabajadores. «Somos una pyme familiar», reconoce Rodríguez.
La Exquisita embotella más de 100.000 litros de bebida al año y se elaboran cuatro productos: refresco de naranja, de limón, gaseosa y agua con gas para los sifones. La mayoría de sus ventas se centran en la comarca Campo Arañuelo, aunque también llegan a algunos pueblos de La Vera.
«Antes también hacíamos refresco de cola sin cafeína, pero dejamos de hacerlo hace bastante tiempo», expone Rodríguez. Lo que, a pesar de todo, no cambia en esta empresa son los envases de cristal.
Todas las bebidas que salen de la empresa lo hacen en envase de vidrio de uno o de medio litro. «Se conservan mejor que en el plástico, pero estos envases hay que devolverlos y muchos establecimientos no los quieren por el espacio que ocupan», entiende el propietario de la firma.
Agua pura
El agua con la que se elaboran las bebidas refrescantes de La Exquisita es la misma que sale por los grifos de los vecinos de Navalmoral. Pero, antes de iniciar el proceso, el líquido pasa por unos filtros que le quitan todas las impurezas y por una decloradora para eliminar el olor y el sabor a cloro.
Ya limpia de cualquier tipo de elemento que pueda contaminar el sabor final del producto, el agua se enfría y pasa a la saturadora para mezclarse con el gas y obtener agua carbonatada.
Mientras tanto, en una batidora, se unen el zumo concentrado de limón o de naranja con los ingredientes de la receta, que sirven para endulzar y conservar la bebida. «En el caso de ser gaseosa lo que se vaya a envasar, no lleva zumo concentrado y sí un ingrediente que le da sabor a limón», reconoce Rodríguez.
De este modo ya están listas las dos mezclas que componen el refresco y que se unirán dentro del envase de vidrio.
Las botellas, al ser de vidrio y reutilizables, vuelven a las instalaciones de la empresa desde los lugares en los que se han consumido. Por este motivo, lo primero que se hace con ellas es un lavado. Mediante una máquina lavadora de agua caliente, las botellas se limpian por dentro y por fuera y se les quitan las etiquetas.
La misma lavadora deja las botellas en una cinta transportadora, de la que saldrán llenas, tapadas y etiquetadas. Es decir, lista para volver a iniciar el viaje de ida y vuelta hasta algún establecimiento de hostelería. En la cinta, el envase pasa por dos zonas de llenado. En la primera recibe la mezcla del zumo concentrado con los ingredientes de la receta de la empresa, mientras que en la segunda, el agua carbonatada.
Otro robot es el encargado de poner el tapón y enroscarlo y, por último, una especie de cepillos pegan las etiquetas. «Hay que cambiarlas siempre para diferenciar unas partidas de otras y para poner las fechas de caducidad actualizadas», dice Rodríguez.
El proceso para el sifón es más sencillo, porque no necesita mezclas, ya que se rellena únicamente con el agua filtrada, declorada y carbonatada.