Las muñecas destructoras
'Roller derby', único deporte de equipo en que Cáceres gana a Madrid
J. R. Alonso de la Torre
Martes, 3 de junio 2014, 07:49
Fui a la cita cargado de prejuicios. Lo normal si las chicas, en conjunto, se llaman Las Muñecas Destructoras (Detroyer Dolls), y una por una, Tetis de Acero, Perraka Tumbaflakas y nombres así. Me estaban esperando y la primera impresión no contradijo mis apriorismos: unas muchachas altas sobre sus patines, en calzonas o en ajustadas mallas, de movimientos resueltos, seguros. Y el hombre, cualquier hombre, en esa tesitura, se acobarda.
Cita a ciegas en un bar de La Mejostilla de Cáceres con las patinadoras del equipo Destroyer Dolls. Practican un deporte llamado 'roller derby', que nació en Estados Unidos hace un siglo, languideció después y ha renacido en el siglo XXI. Extremadura, siempre a la cola en lo vanguardista, es puntera en el 'roller' femenino español. Estas Muñecas Destructoras fueron el tercer equipo que se fundó en el país y hay otro en Badajoz: las Espantaperras.
Sí, es cierto, los nombres asustan. En Barcelona están Las Ingles de Acero, en Zaragoza, Las Sicarias del Cierzo, las de Salamanca se llaman Las Kinkicharras... Y así hasta una quincena de equipos que empiezan a organizarse en una embrionaria federación. Tres «muñecas destructoras» cacereñas acaban de ser preseleccionadas para el combinado español que participará en septiembre, en Bélgica, en el campeonato de Europa y en diciembre, en Dallas, en el campeonato del mundo.
¿Pero quiénes y cómo son estas señoras de entre 27 y 35 años que cuatro días a la semana se calzan sus patines 'quad', se embuten en mallas y camisetas, se ajustan rodilleras y protectores, se cubren con un casco bucal y, con la cara rayada como los All Blacks neozelandeses, entrenan patinando, bloqueando, empujando, arrojando al suelo a sus contrincantes?
Les presento primero a Perraka Tumbaflakas, o sea, Sara, graduada en Trabajo Social y auxiliar de turismo en la cacereña torre de Bujaco. Tetis de Acero es una encantadora madre de dos niños, que a sus 34 años trabaja como dependienta. La terrible Hija de Odín es licenciada en Historia del Arte, tiene el dulce nombre de Adela, ha cumplido los 27, es de Plasencia y hace un máster de investigación. Bea es Hardcore Cake y a sus 29 años trabaja como monitora deportiva y se desvive por el bienestar de su entorno.
Adela es una de las preseleccionadas por España para el mundial. Las otras dos son Irond.doll, es decir, Itsaso (auténtica enciclopedia del 'roller'), una joven de 29 años que llegó de Vitoria a Cáceres para estudiar Veterinaria, y Dacil, alias Momotambo, 35 años, tinerfeña y restauradora de arte. Dacil tiene un estudio de restauración en Lisboa y se viene desde la capital portuguesa a Cáceres para entrenar y jugar con las Destroyer Dolls.
A los diez minutos de conversación, se diluyen las aprensiones masculinas. Las «destructoras» son irónicas, cultas, manejan un lenguaje preciso y rico, contextualizan cada explicación, no tienen complejos: les comento que me habían preguntado que si iba a entrevistar a las chonis de Cáceres y se parten de risa. ¡Hombres...!
Este sábado jugaron contra las Gatas de Madrid y arrasaron 229 a 129 (solo en este deporte de equipo Cáceres gana a Madrid). Explicar el 'roller derby' es complicado. Valga decir que patinan en dos tiempos de media hora alrededor de una pista, cinco contra cinco, y que gana quien adelanta a las contrarias evitando sus bloqueos.
Las Destroyer están encantadas con el ayuntamiento, que les pinta las pistas donde entrenan y les cede un pabellón para los partidos. Proclaman su orgullo por llevar tres años funcionando y se sienten fuertes, «pero no por practicar este deporte, sino porque nos apoyamos mucho unas a otras». Palabra de muñeca destructora.