Los padres de 62 posibles niños autistas denuncian que sus hijos se han quedado sin diagnóstico

Explica Teodoro Pizarro, presidente de la Asociación de Padres de Niños Autistas de Badajoz (Apnaba) que lo que diferencia a su hija autista de nueve años de otros niños de su edad y con la misma enfermedad, es que lograron que se la diagnosticaran cuando tenía 23 meses de edad. Por ello ha recibido la educación y el tratamiento necesarios para crecer en una relativa normalidad. Su caso pone de manifiesto la importancia que un diagnóstico precoz tiene en estos casos. En la actualidad hay 62 niños extremeños pendientes de ser examinados y no saben a dónde dirigirse para ello.

Hasta ahora, y durante los últimos 14 años, Apnaba, tenía un convenio con la Consejería de Salud y Política Social de la Junta de Extremadura, mediante el cual ofrecía un servicio de diagnóstico a los niños con esta enfermedad. Atendían a unas 50 familias al año. Desde enero, el Ejecutivo regional dio por finalizado dicho acuerdo, que le suponía un desembolso de 19.000 euros anuales.

Teodoro explica que el pasado 28 de febrero decidieron suspender el servicio de diagnóstico sin que se le haya ofrecido ninguna alternativa o solución. «En el SES no hay personal cualificado para hacer un diagnóstico fiable de la enfermedad y, por ello, desde los servicios de salud y los equipos de orientación de los colegios, nos derivaban a nosotros todos los casos que ellos consideran que pueden ser autismo», argumenta Teodoro.

El presidente de Apnaba apunta que la intención de la Junta es que ahora esta función la realice un facultativo del servicio de Salud Mental y señala que desde Apnaba consideran que no tiene ni la preparación ni la experiencia para hacer un diagnóstico eficaz puesto que nunca ha trabajado en este tema.

Pizarro advierte que los casos de autismo siguen aumentando y urge a la Junta a acabar con la angustia de muchas familias extremeñas.