El Ejército engorda por la crisis

Las Fuerzas Armadas (FAS) ya cuentan con 81.607 militares profesionales que integran la tropa y marinería, según los datos de enero de 2009 remitidos por el Ministerio de Defensa. Esta cifra supone el tercer máximo histórico consecutivo desde que el 31 de diciembre de 2001 se suspendiera el servicio militar obligatorio en España.

Solamente entre julio de 2008 y enero de 2009 los ingresos aumentaron en casi 2.500 reclutas. Factores como la crisis, el desempleo, el incremento de las solicitudes femeninas y el crecimiento de la inmigración han favorecido este engrosamiento de efectivos en las FAS.

Uno de los peores enemigos para la incorporación de voluntarios a las Fuerzas Armadas es la bonanza económica, por ello la precaria situación de la economía española es uno de los factores primordiales que favorece este aumento de militares en las escalas básicas de los ejércitos. El sueldo básico de un soldado asciende a 900 euros. Además, si se tiene en cuenta que los reclutas con destinos internacionales -incluidos los complementos- pueden llegar a duplicar e incluso a triplicar el sueldo de un soldado en territorio nacional, es relativamente comprensible este aumento en la militancia. Pero las FAS no son las únicas que detectan este efecto. Los cuerpos de la Policía Nacional y la Guardia Civil también están experimentando el engrosamiento de sus filas por el mismo motivo.

Un colectivo importante que nutre las listas de militares en las FAS son los inmigrantes procedentes de América del Sur, quienes en 2008 emitieron 15.081 solicitudes y hasta enero de 2009 formularon 11.380, por lo que, previsiblemente, al final de este año se superará la cifra total que se alcanzó en el pasado 2008. Los ciudadanos procedentes de Colombia y Ecuador son los más numerosos con 4.531 y 4.036 solicitudes en 2009, respectivamente.

El bache de 2005

A mediados del año 2005, la evolución de efectivos experimentó un bache considerable. En esa fecha se alcanzó el número más bajo desde la suspensión del servicio militar obligatorio en 2001 y se pasó de 74.948 soldados en enero de 2002 hasta los 70.632 en julio de 2005. Desde entonces, el aumento de militares ha sido incesante hasta alcanzar un crecimiento de más de 10.000 uniformados en los últimos cuatro años.

Con tal cantidad de solicitudes, las plazas que se ofrecen están muy disputadas. En el año 2007 había casi el doble de interesados que de ofertas, mientras que en 2008 más de tres personas luchaban por cada plaza. Este número se elevó hasta siete individuos por plaza, según los datos de enero de 2009 ofrecidos por el Ministerio de Defensa, donde se recogieron casi 80.000 solicitudes. En total, la convocatoria para la presentación de peticiones se reparte en once ciclos a lo largo del año, por lo tanto, se estima que al cierre del ejercicio aumenten aún más los números de 2009.