Toxinas, irritantes... y venenos: lo que esconden alimentos de andar por casa
Es difícil llegar a dosis letales, pero mejor extremar precauciones
Todos seguimos una serie de reglas alimentarias básicas: no consumir preparados con mayonesa si han estado expuestos a temperaturas elevadas, cocinar convenientemente el pollo, desechar ... el queso rallado al mínimo atisbo de moho... Sin embargo, desconocemos que algunos productos cotidianos resultan nocivos –y hasta potencialmente mortales– si se consumen crudos o en cantidades excesivas. Estos son algunos que esconden auténticos venenos.
-
Semillas de frutas
Suele decirse que del cerdo se aprovechan hasta los andares, pero no resulta buena idea con la fruta. Sí, podemos comerla con piel (rica en fibra, vitaminas y antioxidantes) siempre que la lavemos para eliminar cualquier resto de pesticida, pero las semillas deben retirarse en muchos casos. Concretamente, las de manzana y los huesos de melocotones, cerezas o albaricoques contienen amigdalina, una sustancia que al metabolizarse se convierte en cianuro. El peligro viene de consumir una gran cantidad, motivo por el que los expertos desaconsejan triturar piezas de fruta completas para preparar zumos o batidos como algo habitual.
-
Patatas
¿Quién no ha comprado un saco de patatas y, semanas después, ha descubierto que muchas presentan brotes o manchas verdes? Son indicativo de la presencia de solanina, una toxina natural que puede provocarnos vómitos, náuseas, diarrea e incluso alucinaciones. Nuevamente, la cantidad necesaria para un desenlace fatal se antoja inalcanzable, pero siempre es mejor prevenir que curar: desecha el tubérculo afectado o, en su defecto, pélalo a conciencia para asegurarte de que no consumes ninguna parte afectada.
-
Alubias rojas
Dolores abdominales, vómitos y diarrea son también los síntomas aparejados a una intoxicación por alubias rojas, para la cual basta con tomar unas cinco crudas o mal cocinadas. Para evitarlo, necesitamos hervirlas a más de 100 grados durante al menos 10 minutos.
-
Miel
La miel que compramos en los supermercados es completamente segura al haber sido pasteurizada, pero adquirida al natural (sin haberse sometido a este proceso) puede traer consigo sudoración excesiva, mareos y vómitos. Más preocupante es ofrecérsela a bebés, para los que puede resultar incluso mortal.
-
Nuez moscada
Consumir más de 10 gramos de nuez moscada (más de dos cucharadas de café) puede conllevar vómitos, cuadros ansiosos, comportamientos irracionales, delirios, convulsiones y taquicardias. Algo esto último potencialmente peligroso para personas con problemas cardiovasculares.
-
Anacardos
No hay que alarmarse con los anacardos 'al natural' que encontramos en las tiendas de comestibles, ya que en realidad no se venden crudos como tal (suelen cocerse o tostarse al vapor). Ahora bien, si nos da por comer este fruto seco sin tratar, corremos serio peligro de envenenamiento por urushiol, un irritante también presente en la hiedra venenosa.
-
Almendras amargas
Sin paños calientes: ingerir unas 12 almendras amargas salvajes (crudas) basta para llevarnos a la tumba. El motivo es su alta concentración de cianuro, que únicamente puede suprimirse mediante un tratamiento térmico.
-
Cafeína
La cafeína en pastillas o comprimidos también supone un peligro para las personas con problemas del corazón: se han registrado paros cardiacos tras la ingesta de dosis altas (unos 2 gramos) en poco tiempo.
-
Regaliz negro
Contiene glicirricina, un compuesto que consumido a largo plazo o en grandes cantidades provoca una disminución del potasio, arritmias e hipertensión. Concretamente, ingerir 50 gramos de regaliz negro durante varias semanas puede resultar mortal, una vez más, para los pacientes con enfermedades cardiovasculares.
-
Y otros...
En otros casos, los problemas vienen por consumir hojas, tallos o raíces. Por ejemplo, las hojas de ruibarbo y saúco provocan convulsiones, insuficiencia renal e incluso la muerte; los tallos y las hojas del tomate, desde ansiedad hasta calambres; y la raíz de la yuca puede ser venenosa una vez digerida.
Por supuesto, tampoco debemos obviar las muertes por alergias alimentarias (con los cacahuetes y el marisco como principales responsables a escala global); aquellas provocadas por asfixias (sorprende el número de niños que las han sufrido mientras comían perritos calientes); o las derivadas de zamparse 'delicatessen' como el célebre pez globo (uno de lo más venenosos del mundo).
Alimentos fatales para tu mascota
También tenemos que cuidarnos mucho de proporcionar determinados alimentos a nuestro perro o gato. Es el caso del chocolate, tremendamente tóxico (mortal en algunos casos). En exceso, el aguacate y los frutos secos (como las almendras) pueden desencadenar una pancreatitis. Las uvas y las pasas se asocian a fallos renales. Y las cebollas, ajos y puerros no deben ofrecerse (ni crudos ni cocinados) para evitar una posible anemia. Por descontado, están prohibidos los caramelos, los chicles con xilitol, las bebidas estimulantes y el alcohol por el impacto directo que tienen en el sistema nervioso central del animal.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión