«No hay mejor forma de conocer un lugar que a través del paladar. Y San Sebastián es perfecta»
Extranjeros en España ·
Anna Watkin y Laura Watkin 59 y 23 años, de Londres. Cinco días de comer bien y cocinar aún mejorMacarena Tejada
Viernes, 12 de agosto 2022, 00:06
Un trocito de salmón con verduras, una pechuga acompañada de ensalada, lentejas en todas sus versiones... El menú de Anna y Laura Watkin, madre e ... hija de 59 y 23 años respectivamente, apenas varía cuando están en su Londres natal. Cocinan a diario, pero siempre «platos simples» que no supongan «demasiado esfuerzo» ni tengan «técnicas imposibles» como las que ven cuando ponen en la televisión sus programas de cocina favoritos, del estilo de MasterChef UK. Desde el sofá de su casa hacer esferificaciones, espumas o cocciones a baja temperatura parecía un reto «inalcanzable» para ellas, que apuntan todos los pasos a seguir durante el proceso de elaboración. Pero en Donostia, donde este verano han pasado cinco días y cuatro noches, han descubierto esas habilidades culinarias que ni siquiera sabían que tenían.
Todo empezó hace varios meses, cuando el hermano de Laura y su padre –a su vez hijo y marido de Anna– decidieron organizar un viaje «de chicos» para jugar al golf. Ellas no se iban a quedar de brazos cruzados recibiendo las fotos de sus aventuras en el móvil. Anna enseguida lo tuvo claro:«Nosotras también íbamos a hacer una escapada de madre e hija». Apasionadas de la gastronomía, querían «comer y aprender a cocinar bien», organizar un viaje que girara en torno a la comida. ¿Y qué mejor destino que una de las ciudades con más estrellas Michelin de todo el mundo?
Las claves
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En familia «Decidimos hacer una escapada de madre e hija a un lugar en el que comer bien y además aprovechar y aprender a cocinar».
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Sensaciones «Somos unas apasionadas de la gastronomía y hemos sido muy felices en San Sebastián, donde todo gira en torno a la comida».
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Aprendices de chef «Hemos aprendido a cocinar con técnicas de estrella Michelin. Ahora intentaremos replicarlos platos en casa».
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Ruta gastronómica «No puedes venir a Donostia y no probar los pintxos o no comer en un restaurante con estrella Michelin. Es espectacular».
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Descubrimiento No sé cómo no conocía el txakoli. Ya sé dónde comprarlo en Londres. Es demasiado bueno como para no volver a tomarlo».
San Sebastián era el lugar. Anna tiene una amiga que durante«mucho tiempo» vivió en la capital guipuzcoana y «le había oído maravillas sobre la ciudad». No lo dudaron y buscaron el plan que iba a marcar su viaje: un curso de cocina que les ayudara a entender mejor la cultura donostiarra, «que ya nos hemos dado cuenta que gira en torno a la comida. Hemos sido muy felices en San Sebastián», admiten mientras degustan una falsa pasta de caldo de jamón con carbonara que han realizado durante el taller 'Michelin Secrets' organizado por la escuela 'Mimo Bite the Experience', situada en el corazón de Donostia, justo al lado del hotel María Cristina.
Lo primero que hicieron cuando aún estaban en Inglaterra fue reservar esta clase, «una maravilla», y después organizaron el resto de sus días dependiendo de este «plan estrella». Porque Anna y Laura tienen una teoría que hasta la fecha no les ha fallado: «No hay mejor forma de conocer un lugar que a través del paladar. Y San Sebastián es perfecta». Con la ayuda de tres chefs profesionales, el curso de Mimo, que dura en torno a cinco horas, aprendieron a cocinar erizo de mar y café, ostras con espumoso de Navarra, falsa pasta de caldo de jamón con carbonara, rodaballo con demiglace de sus espinas y de postre, pannacotta de coco. «Todo estaba increíble y ahora intentaremos replicar estos platos en casa», ríen ambas, mientras emplatan el pescado, acompañado de varias hojas de rúcula, entre otras cosas.
A la caza del pintxo
Lo que Anna y Laura cocinan en casa «no se parece en nada» a la comida que han probado en sus vacaciones en la costa guipuzcoana. ¿El plato estrella? Seguramente los pintxos, ese manjar tan donostiarra que no conocían y que se come en solo un bocado. «Nos han encantado. Hicimos el tour del pintxo por la Parte Vieja y fue espectacular», aseguran. El pescado y el cerdo, «de una materia prima exquisita», también ha sido de lo que más les ha sorprendido. Sobre todo en la forma en la que se lo ofrecieron en el restaurante Kokotxa, al lado de la basílica de Santa María, el Puerto Marino y la playa de La Concha, que tiene una estrella Michelin y dos Soles Repsol. «No puedes venir a Donostia y no comer en un sitio como estos», reflexionan con las barrigas felices.
En cinco días da tiempo para mucho. Desayunar, comer, cenar... La capital guipuzcoana tiene locales para todos los gustos y Anna y Laura están listas para hacer una guía gastronómica en caso de que alguien les pida recomendación. Esta era su primera vez en Donostia, viajaron en avión desde Londres hasta Biarritz y «en un viaje relámpago» estaban ya paseando por la playa de La Concha. «Hemos venido a disfrutar de la comida, pero la ciudad es preciosa. La gente muy amable, está todo muy limpio... Solo tenemos palabras bonitas para San Sebastián y sus vecinos. Hemos desconectado muchísimo estos días», dicen, mientras planean la noche que van a pasar en Hondarribia, ya como despedida de Gipuzkoa, después de haber estado en Getaria «y descubrir el txakoli. Qué pasada. No sé como no podíamos conocer semejante manjar», bromea Anna, que ha vuelto a Londres con una nota en su móvil con el nombre del establecimiento donde puede comprar esta bebida en Inglaterra. «Es demasiado bueno como para no volver a tomarlo».
El viaje de madre e hija que surgió de forma inesperada ha sido un éxito para la familia Watkin, que acostumbra a conocer mundo a través de los sabores y olores de cada país o ciudad. Hace ya unos años que estuvieron en Tailandia y Vietman con el mismo objetivo. «Probamos su comida, cocinamos y nos adentramos en su cultura de eta forma un tanto diferente». En aquella ocasión, lo hicieron los cuatro, no solo Anna y Laura. «Estuvo genial, pero es incomparable con San Sebastián, que forma un destino perfecto en su conjunto. No hay pegas, ni peros. Además, ¿qué mejor que cocinar un menú de estrella Michelin, como el de Mimo, y no tener que limpiar ninguno de los utensilios usados?», ríen ambas. «A nosotras no se nos ocurre mejor plan para pasar tiempo juntas y conocer mundo». Ahora que ya conocen San Sebastián, no tienen dudas de que antes o después volverán a disfrutar de sus calles y, sobre todo, de su gastronomía.
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