Inés Encabo recibe la beca universitaria de la Fundación Concha

Inés Encabo Cáceres fue noticia hace unos meses por ser la estudiante extremeña que logró más nota en las pruebas de Selectividad para acceder a la Universidad, con 13,9. Ayer volvió a serlo, al recibir los 1.500 euros de la 'Ayuda a la formación universitaria o especializada' que instituyó en el verano del 2011 la Fundación Cultural Concha para reconocer a los mejores estudiantes locales.

La beca la entregó el presidente del patronato, Carlos Zamora, quien al desvelar el nombre de la ganadora dijo que «amar a un pueblo es adentrarse en el conocimiento de su historia». En ese sentido recalcó que debería conocerse más la historia de la Fundación para saber lo mucho que hizo en su día y que sigue haciendo hoy por la educación y la cultura de Navalmoral. De hecho lleva haciéndolo más de un siglo, puesto que el martes se cumplen 130 años de su creación.

Asimismo destacó el brillante expediente académico de los siete estudiantes que se han presentado a esta segunda edición de la beca, destacando, a juicio del jurado, el de Inés Encabo, que estuvo acompañada en el acto por sus padres. El jurado lo formaron representantes de los tres institutos locales, Pablo Alonso, del Zurbarán; María Ángeles Fraiz Barreiro, del Augustóbriga, y Adela Prieto, del Albalat; además de Rosa María Bautista, como miembro del consejo asesor de la Fundación Concha, y Milagros Marcos, Mari Cruz García, María Angustias Nuevo y el propio Carlos Zamora como componentes del patronato.

Ya sin los nervios de la entrega, la joven, de 18 años, explicó a los informadores presentes que tras estudiar Bachillerato en el instituto Augustóbriga, con una media de 10, ahora su objetivo está puesto en sacar adelante el primer curso de la carrera que ha iniciado este año, Industriales. Una vez que termine la misma, destacó que su intención es hacer un Máster y después especializarse en mecánica para trabajar en una fábrica «o en una escudería de Fórmula 1, aunque eso es muy difícil».

También explicó que domina el inglés, que ha hecho algo de ballet y que lleva once años estudiando guitarra. Y aún así le queda tiempo para divertirse, según reconoció, sonriendo. «Claro, hay tiempo para todo», afirmó.