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Un cerebro humano iluminado. Archivo
Científicos investigan si la 'hormona del estrés' puede reducir el tamaño del cerebro

Científicos investigan si la 'hormona del estrés' puede reducir el tamaño del cerebro

Un nuevo estudio sugiere que las personas con altos niveles de cortisol tienden a tener menos masa cerebral y problemas de memoria y atención

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Jueves, 1 de enero 1970

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Las personas con niveles más altos de la hormona cortisol en la sangre, popularmente conocida como la «hormona del estrés», presentan menor volumen cerebral y mayor dificultad para recordar, según un estudio publicado este jueves en 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología. Aunque advierte de que es demasiado prematuro afirmar que el estrés reduzca el tamaño y la funcionalidad del cerebro.

«Los niveles más altos de cortisol parecen predecir la función, el tamaño y el rendimiento cerebral en las pruebas cognitivas, pero en este momento solo podemos decir que A está asociado con B, no podemos decir nada sobre la causalidad», señala la doctora Sudha Seshadri, autora del estudio y profesora de neurología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio.

Esta no es la primera vez que los científicos relacionan el estrés con los cambios en el cerebro, pero la mayoría se centraban en los ancianos. Sin embargo, este estudio tiene como objetivo evaluar la asociación del cortisol matutino con el rendimiento cognitivo y la estructura del cerebro en adultos jóvenes y de mediana edad que viven en comunidades sin demencia.

Las personas con niveles altos de cortisol tendían a tener menos recuerdos y atención y volúmenes cerebrales más pequeños

«Nuestra investigación detectó pérdida de memoria y contracción cerebral en personas de mediana edad antes de que los síntomas comenzaran a mostrarse, por lo que es importante que las personas encuentren formas de reducir el estrés, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio moderado, incorporar técnicas de relajación en sus vidas diarias o preguntar a su médico sobre sus niveles de cortisol y tomar un medicamento reductor de cortisol si es necesario», recomienda otro de los autores del estudio, Justin B. Echouffo-Tcheugui, de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, en Massachusetts, Estados Unidos.

¿Qué es el cortisol?

El cortisol es una hormona que ayuda al organismo a controlar el estrés, reducir la inflamación, contribuir al buen funcionamiento del sistema inmune, metabolizar las proteínas, grasas y carbohidratos, y mantener los niveles de azúcar en la sangre constantes, así como la presión arterial. Los niveles de esta hormona en sangre varían a lo largo del día porque están relacionados con la actividad diaria. Así, suelen ser mayores durante la mañana, variando entre 5 a 23 mcg/dL, y disminuyen a lo largo del día, alcanzando valores entre 3 a 16 mcg/dL.

«El cortisol afecta a muchas funciones diferentes, por lo que es importante investigar completamente cómo los altos niveles de la hormona pueden afectar al cerebro», expresa Echouffo-Tcheugui.

El método de estudio

Para llevar a cabo el estudio, un equipo de investigadores, liderado por Seshadri y Echouffo-Tcheugui, estudió el cerebro de 2.231 personas con una edad promedio de 48 años y aparentemente sanas. Para encontrarlas, recurrieron al Framingham Heart Study, un estudio masivo de tres generaciones que ha estado siguiendo la salud de una comunidad de Massachusetts desde 1948.

Los participantes se sometieron a distintas pruebas psicológicas para determinar sus habilidades de memoria y pensamiento, así como a análisis de sangre y escáneres cerebrales. Ocho años después, se les realizaron pruebas similares y fueron divididos en tres grupos según presentasen niveles bajos, medios o altos de cortisol en sangre.

Los expertos piden que no se salte a la conclusión precipidada de que el estrés es el culpable de todo

Después de ajustar distintos parámetros como la edad, el sexo, el índice de masa corporal o si el sujeto fumaba o no, los autores detectaron que las personas con los niveles más altos de cortisol tendían a tener menos recuerdos y atención, y volúmenes cerebrales más pequeños, sobre todo las mujeres.

Sin embargo, McEwen y Seshadri advierten que no se llegue a la conclusión precipitada de que el estrés es el culpable de todo esto, pues los resultados del estudio sólo muestran una asociación, no una causa, y se necesita más investigación para determinar si realmente existe una relación verdadera entre los altos niveles de cortisol y la demencia. A pesar de todo, sugieren que, mientras tanto, la gente considere introducir cambios en su estilo de vida para combatir el estrés de la vida moderna.

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