Nazaré se prepara para admirar sus olas gigantes

El Cañón de Nazaré explica por qué este punto de Portugal se ha convertido en una meca para los surfistas extremos. Próximo a la costa de Nazaré se localiza un valle submarino con una profundidad de unos 5.000 metros y una extensión de 230 kilómetros. Su forma de embudo, al estrecharse en la playa do Norte, es una de las razones que propician la formación de olas tan altas.

En 29 octubre de 2020, esta famosa playa portuguesa volvió a acaparar la atención mundial con un nuevo récord de la mayor ola surfeada en el mundo: 26,2 metros. La proeza fue lograda por el alemán Sebastián Steudtner, que fue reconocido en 2022 por el Guinness World Records al acreditar su récord mundial.

El estado del océano se puede seguir en directo a través de cámaras estratégicamente colocadas en la playa do Norte, y emitidas a través de la página web https://praiadonortenazare.pt/live-cams/.

Además de los mencionados atractivos, hay que destacar la belleza de este pintoresco pueblo luso, de unos 15.000 habitantes. Se encuentra a algo más de tres horas en coche desde Badajoz, y a casi cuatro horas de Cáceres. Una vez en la localidad, se puede disfrutar divisando el paisaje costero de la zona subiendo a su mirador.

En estos momentos no se puede utilizar el famoso funicular, debido a obras de mantenimiento, pero el ayuntamiento ha reforzado el transporte público con más autobuses entre la zona baja de la población y la parte alta, conocida como Sítio de Nazaré. También es posible subir en coche para salvar los 100 metros de desnivel entre ambos puntos del casco urbano. Arriba se puede visitar el santuario de Nuestra Señora de Nazaré, cuya festividad se celebra el 8 de septiembre, fecha en la que a lo largo de la historia ha reunido en el enclave a numerosos peregrinos de distintos puntos del país, incluyendo miembros de la monarquía. Allí hay zona de aparcamiento.

Además de admirar la costa desde lo alto y sus espectaculares olas, entre los reclamos turísticos de la localidad destaca el Fuerte de San Miguel Arcanjo. Allí se sitúa su icónico faro, en la punta de un promontorio, en un antiguo fuerte defensivo de estilo manierista, y cuya construcción data del reinado de Don Sebastião, en 1577.  Desde aquí se consigue una de las vistas más fotografiadas sobre la Villa de Nazaré y es una de las atalayas favoritas para los entusiastas de las olas gigantes.

La entrada cuesta dos euros y es gratis para los niños menores de 10 años, según indica en su web el ayuntamiento. Dentro del monumento se puede aprender más sobre la peculiar geografía de este punto costero gracias al Centro de Interpretación del Cañón de Nazaré, además de conocer de cerca las proezas de los surfistas que lograron cabalgar las olas más altas y ver de cerca sus tablas.

En cuanto a la gastronomía, este municipio de Portugal destaca por sus recetas de pescado y sus 'peixes' secos. La tradición de secar el pescado es una práctica de aprovechamiento muy antigua en esta tierra de pescadores. Amante de su cultura local, el municipio ha creado un museo del pescado seco que incluye un secadero al aire libre, dando así mayor difusión a esta práctica.

En las calles de la localidad también es frecuente encontrar a mujeres vestidas con la indumentaria tradicional, conocida como las siete faldas nazarenas, con varias capas y coloridos bordados florales.