En Hervás, Casa Chino
Un gastrobar con historia. Conserva la herencia del emporio comercial de Aniceto García
En el centro de Hervás, llamando la atención con sus puertas y contraventanas rojas, Casa Chino, un bar. ¿Solo un bar? Pues no. Además de ... ser uno de los locales de hostelería más bonitos del pueblo, encierra una historia que detalla, tras investigarla a fondo, Pedro Emilio López Calvelo (Hervás, 1960) en una de las últimas entradas de su blog 'Trasuntos de Hervás'.
El padre de Pedro Emilio, Gaspar López, fue alcalde de Hervás entre 1958 y 1978. Su familia abrió en el pueblo la librería Invic y él es licenciado en Historia por la UEx e investigador. Se jubiló recientemente en el IES Norba de Cáceres tras enseñar Historia en cinco ciudades de la región, incluida Coria, donde conoció a Vega, su mujer. En 2016, se celebró el 200 aniversario de la separación jurisdiccional de Hervás de Béjar y un año antes, comenzó su blog para que esta efeméride no pasara desapercibida. Es en ese blog donde cuenta la historia del emporio comercial creado desde Hervás por Aniceto García, origen del edificio donde actualmente se encuentra el gastrobar Casa Chino, en la calle del Relator González.
Siguiendo los datos facilitados por Pedro Emilio López, este local es hoy propiedad de Delfín Amador, que lo ha restaurado con mimo y rigor, conservando, en el primer piso, la oficina desde la que se gestionaba el negocio. En una pequeña exposición, se pueden contemplar recuerdos de la actividad comercial que mantuvo Aniceto García desde Hervás con medio mundo. Si van a Hervás, no dejen de asombrarse visitando Casa Chino: montaditos, croquetas, tablas de quesos y jamón, torreznos de Soria e historia de Hervás.
Aniceto García Sánchez nació en Hervás el 17 de abril de 1875. Quedó huérfano de madre siendo niño y su padre ya era comerciante. Se casó con Teresa Comendador en 1905 y tuvieron seis hijos. Al año siguiente falleció su padre y Aniceto se hizo cargo del negocio familiar. Amplió el ámbito geográfico a toda Europa y América de una actividad comercial al por mayor que incluía, detalla Pedro Emilio López, «productos alimenticios (jamones, aceite, alubias, castañas, ciruelas, nueces, higos, pimientos; en general, productos variados del país), mercería, pasamanería, calzado y alpargatas, etcétera». También se dedicó a la elaboración y venta de vinos y tuvo el número 4 cuando se inauguró en Hervás la línea telefónica en 1931. Los números anteriores eran el ayuntamiento, el juzgado y el cuartel de la Guardia Civil.
Aniceto García fue concejal en tiempos de Alfonso XIII, cargo que siguió detentando durante la II República, y se incorporó, en abril de 1931, a la gestora de la Diputación Provincial de Cáceres, representando a la Diputación en el homenaje que se le tributó en Hervás a Enrique Pérez Comendador, que da nombre al museo local, por haber obtenido en 1932 la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.
Formando parte de la candidatura de Izquierda Republicana, fue elegido concejal y tercer teniente de alcalde en febrero de 1936. Tras el golpe de estado, fue interrogado y encarcelado, pero se libró del Consejo de Guerra que condenó a 26 hervasenses, cinco de ellos a muerte. Aniceto fue desterrado a Jarandilla. Cuando regresó a Hervás, siguió con su incansable actividad comercial, extendiendo su emporio por medio mundo, y participó activamente en la vida social de su pueblo hasta morir en 1965 con 90 años de edad. Sus hijos heredaron el negocio, que cerró en los años 80 del siglo XX, y su azarosa e intensa vida se puede recordar y celebrar tomando unas cervezas en Casa Chino, gastrobar y memoria viva de Hervás.
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