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Fosforito, tras recibir la Medalla de la Ciudad de Málaga y el nombramiento de Hijo Adoptivo el pasado febrero. Migue Fernández

Fallece en Málaga a los 93 años Fosforito, el decano de los cantaores

Llave de Oro del Cante y de los últimos nombres de una estirpe de grandes voces flamencas, el artista aportó modernidad al arte jondo creando escuela

Regina Sotorrío

Jueves, 13 de noviembre 2025, 12:14

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Se apaga la voz de Fosforito. El cantaor de Puente Genil y malagueño de adopción ha fallecido esta mañana en Málaga a los 93 años. Se va así el decano de los cantaores, de los últimos de una estirpe de grandes del cante con nombres como Manolo Caracol y Antonio Mairena. Hacía años que Antonio Fernández Díaz no cantaba en público, sobre un escenario. «Sesenta años de cantaor ya son suficientes, ya está bien», decía en una entrevista. Pero siempre, hasta hace nada, se arrancaba por taranto, soleá o seguiriya en las reuniones de amigos. Quien es flamenco, lo es hasta el final. «Eso está en la sangre», como reconocía él mismo.

El artista había sido sometido hace un mes a una intervención quirúrgica de carácter cardíaco que había superado, pero un empeoramiento de su situación a causa de una infección obligó a su hospitalización ayer miércoles. El legado que deja es inmenso y ampliamente reconocido. Dueño de la quinta –y de momento última– Llave de Oro del Cante, la máxima distinción del arte jondo, Fosforito aportó modernidad al flamenco con una forma de cantar única que ha creado escuela. «Con Antonio se subió un escalón en el flamenco», confirma el flamencólogo Gonzalo Rojo.

Su importancia en este arte ha sido «capital». Imprimió al cante una nueva forma de expresar, una metodología que hoy siguen numerosos alumnos. A Fosforito no le define un palo en concreto, «sino todos, remodelados a su manera». «Ha sido genial», concluye su amigo Gonzalo.

Juanma Moreno: «Perdurará siempre su huella imborrable en nuestra cultura»

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha lamentado el fallecimiento este jueves en Málaga del popular artista flamenco Antonio Fernández Díaz 'Fosforito' a los 93 años y ha destacado la «huella imborrable» que deja en la cultura andaluza y la historia de España. En este sentido se ha pronunciado el presidente andaluz en una publicación en su perfil oficial en la red social 'X', consultada por Europa Press, donde señala: «Se apagó la voz de Antonio Fernández 'Fosforito', Medalla de Andalucía y Llave de Oro del Cante. Uno de nuestros cantaores flamencos más universales». De otra parte, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también ha usado la referida red social para dedicar un mensaje a la memoria de 'Fosforito': «Se ha ido Antonio Fernández Díaz, 'Fosforito'. Un cantaor que bebió de la tradición para legarnos arte con mayúsculas».La también secretaria general del PSOE-A añade: «España y Andalucía lo lloran, pero su voz siempre estará entre nosotros»; y manda en el mensaje un abrazo a su pueblo natal de Puente Genil (Córdoba), a su familia y amigos.

«¿Qué deja usted al flamenco?», le preguntaron en una ocasión. «Una forma. El cante está inventado, pero los cantaores que han tenido peso en la historia del flamenco es porque han creado algo respetando el fondo de los cantes. Han aportado una personalidad y una manera de cantar con un sonido propio», reivindicaba en 2017 en este periódico. Su maestría fue reconocida en universidades, incluso fue miembro de la Real Academia de Córdoba. «¡Impensable en un cantaor de flamenco!», exclamaba él con sorpresa.

Es un artista jondo de los de siempre, de los que pasaron muchas 'fatiguitas' para ganarse el pan y labrarse un nombre en los carteles. «En la posguerra tenía 7 u 8 años y con aquella carencia de todo me eché a cantar por las tabernas», contaba. De familia humilde, el niño Antonio actuaba por las ventas y en todos los espectáculos que se hacían por los pueblos. «Hasta hablaba con los dueños de los cines para cantar detrás de las películas... y ¡por nada de dinero!», recordaba. Penurias que forjaron su carácter y su voz.

Con solo 24 años, su carrera despegó al alzarse de forma sorprendente con todos los premios del Primer Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Viajó por el mundo con su arte y su discografía es amplísima, una auténtica enciclopedia sonora del flamenco con más de 20 álbumes de todos los estilos. Para la historia quedan ya las grabaciones de Fosforito al cante con Paco de Lucía a la guitarra. En 2005, recibió la última Llave de Oro del Cante otorgada a un artista por su dominio y por su importante labor para preservar los cantes antiguos.

Según informa Sur, en los últimos años le acompañó siempre el título de leyenda viva. Fue protagonista de numerosos homenajes y distinciones, uno de los últimos en su casa de acogida, en Málaga. Este pasado febrero recibió la condecoración más importante de su segunda tierra, la Medalla de la Ciudad de Málaga y el nombramiento de Hijo Adoptivo. «Nunca imaginé que este viejo cantaor iba a tener el privilegio de ser adoptado por una madre tan hermosa: Málaga, te amo», concluyó su discurso. Y Málaga también le quiso mucho a él.

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