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El cerebro de la patente más rentable del CSIC

El cerebro de la patente más rentable del CSIC

Uno de los logros científicos más destacados de Margarita Salas fue el descubrimiento del ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29, aplicado en todo el mundo en oncología, arqueología y medicina forense

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Jueves, 7 de noviembre 2019, 16:20

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Toda una vida dedicada a la investigación le dieron para una trayectoria con logros destacables. Pero si hay uno por el que el trabajo de Margarita Salas (Asturias, 1938), fallecida en Madrid a los 80 años en plenas facultades y en activo, destacó fue su descubrimiento del ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29. Esta denominación, que para muchos puede antojarse un galimatías, tiene una aplicación práctica al alcance del entendimiento de todos. Ella lo explicaba así: «Cuando uno tiene cantidades pequeñas de ADN, como un pelo hallado en un crimen o unos restos arqueológicos, esta ADN polimerasa amplifica millones de veces el ADN para poder ser analizado, secuenciado y estudiado».

Su descubrimiento se usa en todo el mundo y se aplica en medicina forense, oncología y arqueología, entre otras áreas. El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tras el anuncio del fallecimiento de una de sus miembros más ilustres, reconoció su labor destacando que la patente de este método «sigue siendo la más rentable que ha presentado el CSIC». Entre los años 2003 y 2009 supuso más de la mitad de los derechos de autor del organismo, «devolviendo millones de euros en inversión a la investigación financiada con fondos públicos», según los datos de la Vicepresidencia Adjunta de Transferencia del Conocimiento (VATC) del CISC.

Este hallazgo fue hecho por Salas en el primer grupo de investigación en genética molecular de España, que fundó en 1967 en el CISC, tras regresar de Nueva York, donde trabajó con el Premio Nobel de bioquímica Severo Ochoa. Durante su trabajo, logró aislar la encima phi29 ADN polimerasa y demostró que funcionaba en las células humanas. Así marcó el comienzo de aplicaciones innovadoras para las pruebas de ADN.

Esta se suma a las otras siete patentes que ha firmado la investigadora, autora de más de 350 artículos en revistas internacional. Premio Rey Jaime I de Investigación en 1994, y elegida por la Unesco 'Investigadora Europea' en 1999, había recogido en junio de este año premio al Inventor Europeo concedido por la Oficina Europea de Patentes por toda una vida dedicada a la ciencia. «Para mí, la investigación es una pasión, no podría concebir la vida sin ella», dijo en el acto en el que recogió el último de su larga lista de reconocimientos.

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