¿Qué debo tener en cuenta si voy a viajar a un destino exótico?
Europa occidental, Norteamérica y Australia son los únicos lugares en los que no es necesaria una especial planificación sanitaria
PPLL
Sábado, 23 de julio 2016, 08:23
Cada vez son más los extremeños que deciden traspasar las fronteras españolas a la hora de elegir sus destinos vacacionales. Hace unos años África, Asia y Oceanía se colaron en los catálogos de las agencias de viajes para las lunas de miel y se quedaron. En la actualidad son lugares muy visitados por los turistas durante sus vacaciones.
El mayor número de desplazamientos a países exóticos ha hecho crecer el riesgo de padecer enfermedades que son cada vez menos comunes en Europa occidental. Se pueden destacar la tuberculosis, hepatitis, sida, enfermedades de transmisión sexual, enfermedades tropicales (como el paludismo) y otras derivadas de los cambios de clima.
Las probabilidades de contraer una enfermedad varían dependiendo del país, zona que se visita, época del año y duración del viaje. Por este motivo, los viajeros deben comenzar a preparar las vacaciones con suficiente antelación y consultar al médico de cabecera para obtener una serie de recomendaciones generales y normas higiénicas, ya que las condiciones en los destinos pueden variar. Además, si se sufre una enfermedad se debe pedir al médico un certificado sanitario y la receta de la medicación para todo el tiempo que dure la estancia en el extranjero.
En caso de que el destino sea un país de la Unión Europea es conveniente solicitar la tarjeta sanitaria europea.
Desde la Dirección General de Salud Pública se ofrecen una serie de consejos generales a la hora de viajar. «Quitando Europa occidental, Norteamérica y Oceanía, en el resto de puntos del globo se deben seguir unas recomendaciones comunes», apunta Manuela Vettoretti, técnica de salud del área de Mérida.
En este sentido, la alimentación ocupa un espacio muy importante. Hay que tener cuidado con lo que se come, la diarrea es la enfermedad más frecuente en los viajes internacionales y la mejor forma de protegerse es seleccionar y preparar con cuidado los alimentos y bebidas.
Debido a la climatología que existe en los países tropicales, es aconsejable ingerir abundantes líquidos, pero «solo beber agua embotellada y no consumir hielo. Esto se lo recuerdo varias veces a todas las personas que pasan por la consulta. Las bebidas en latas o botellas deben ser abiertas por uno mismo», insiste Vettoretti.
Para mayor seguridad se recomienda no ingerir verduras crudas, que las carnes y pescados estén suficientemente cocinados, no comer moluscos crudos, consumir sólo fruta pelada o bien lavada con agua apta para el consumo humano y unas gotas de lejía, prestar especial atención a la repostería y los helados y no tomar leche ni sus derivados sin higienizar.
Las alteraciones digestivas más comunes entre los turistas son la diarrea del viajero, sobre todo en caso de viajar a zonas subdesarrolladas, el estreñimiento, que suele aparecer por transgresiones dietéticas y modificaciones en los hábitos alimenticios, y los dolores de estómago.
El virus zika
La aparición del virus zika en la agenda informativa de los medios de comunicación ha supuesto que muchas de las preguntas que presentan los turistas a la hora de viajar al extranjero estén relacionadas con las picaduras de mosquitos. «En el caso de América actualmente damos mucha importancia a protegerse de las picaduras, porque zika, chikungunya, dengue y malaria están transmitidas por mosquitos», apunta Vettoretti, añadiendo que se realizan recomendaciones en cuanto a la forma de vestir y al uso de repelentes.
Estos consejos son extensibles a todas las zonas tropicales y a aquellas que pueda haber alta concentración de mosquitos. «La ropa debe ser preferiblemente de manga larga y también pantalón largo. El sol y el calor también afectan por lo que llevar gorro o sombrero, telas ligeras y calzado adecuado ayudan a prevenir enfermedades», según la médico de familia.
Igualmente, se indica a los turistas que si a la vuelta empiezan a tener síntomas febriles deben indicar a su médico que han estado en un determinado país. «Si es un destino en el que has tenido que usar el pasaporte y en el mes siguiente a la vuelta aparece malestar, vómitos, diarrea o fiebre, se debe indicar donde se ha estado, porque el zika, chikungunya o el dengue en ocasiones empiezan con fiebre y si el médico no sabe que se ha viajado será lo último en lo que piense. Con solo informar se orienta el diagnóstico», afirma Vettoretti.
Además de la ropa, los repelentes contra insectos son un arma fundamental. Comprarlos antes de partir es mejor que hacerlo en el lugar de destino. En cuanto a su uso, hay que seguir las recomendaciones del prospecto, pero también hay formas detalles que mejoran su efectividad. «Lo primero que se debe aplicar en la piel es protección solar, preferiblemente de factor 50. Esto actúa como capa impermeable y evita que el repelente penetre tanto. Entre el sudor, la humedad y el repelente (que puede darse cada cuatro, seis u ocho horas, dependiendo de la marca) es posible que se irrite la piel. Además, en momentos puntuales y zonas de especial riesgo por ejemplo en Kenia cuando se está de safari no está de más echárselo sobre la ropa», aconseja Vettoretti, que recomienda utilizar un gel neutro que no lleve olor y evitar el uso de perfumes. «Entre el repelente de insectos, el calor, la humedad y la crema, los perfumes no huelen bien y pueden atraer diferentes insectos», apostilla.
En las zonas de baño también se deben tomar precauciones, ya que se pueden contraer enfermedades. En conveniente tener claro que en los trópicos solo son seguras las piscinas con agua clorada. En agua dulce, hay que evitar lavarse y bañarse en zonas que puedan estar contaminadas por excrementos humanos y animales. En el mar los baños no implican riesgos de enfermedades, pero la información previa sobre el lugar y los animales marinos que pueda haber es fundamental.
Los animales también transmiten enfermedades y se recomienda evitar el contacto con ellos, aunque sean domésticos, ya que no se conoce su control sanitario. El calzado y la ropa adecuada protegen de animales salvajes como las serpientes o los escorpiones.
«Dependiendo de la edad y de los lugares de destino, también hacemos referencia en las recomendaciones a las enfermedades de transmisión sexual», expone Vettoretti. Y es que éstas, incluido sida y la hepatitis B, han aumentado en los últimos años y existen prácticamente en todos los países del mundo. Las medidas de prevención de las infecciones de transmisión sexual son las mismas que en el lugar de residencia, siendo el uso del preservativo la más eficaz.
Vacunación
Una de las cuestiones por la que es conveniente preparar con tiempo los viajes al extranjero, sobre todo a destinos exóticos o lugares en vías de desarrollo, es que hay países que obligan a la vacunación para poder atravesar sus fronteras, como es el caso muchos estados africanos con la fiebre amarilla.
En Extremadura, en cada área de salud hay un centro de vacunación y en Badajoz también existe el de la Delegación de Gobierno. A estos lugares hay que dirigirse en caso de que se vaya a viajar al extranjero. En primer lugar, para recibir información sobre las vacunas y el modo de ponérselas y, en segundo lugar, para conocer la situación de los destinos y las diferentes recomendaciones. «Lo primero que hay que hacer es llamar a los teléfonos de las distintas áreas de salud y contactar con los servicios de medicina preventiva», empieza diciendo Vettoretti.
La primera respuestaque tendrán que dar los futuros viajeros es el destino al que viajarán y cuándo lo harán. En base a eso se da una cita. «Ya en persona se valora el destino y el estado de vacunación previo, porque hay gente que ha hecho más viajes. Si lo pacientes vienen con la suficiente antelación hacemos una analítica para comprobar el estado inmunitario de algunas enfermedades», según la responsable esta sanitaria, que advierte que en ocasiones no vale solo con citar el país de destino. «China es muy grande y Brasil también, hay que conocer la ruta exacta».
La conveniencia de acudir a pedir información se debe a que hay alertas sanitarias dependiendo de la situación del momento o de las épocas del año en las que puede variar la obligatoriedad de una determinada vacuna. «Hay vacunas recomendables para todo el mundo, como son la de la hepatitis A y la de la fiebre tifoidea. Luego hay otras específicas: en La India, Afganistán y Pakistán se recomienda poner una de polio aunque ya se esté vacunado. Es bueno venir a consultar porque las situaciones de cada país cambian y hay coyunturas específicas que se deben tener en cuenta», puntualiza Vettoretti.
En lo que se refiere a la puesta de la vacunas, las hay de tres tipos en Extremadura. Las primeras son de vacunación internacional, que no están disponibles en farmacia. Para ponérselas hay que ir al banco y pagar unas tasas (entorno a 18 euros por cada una) mediante un modelo que facilitan en los centros de vacunación. Éstas son la fiebre amarilla, la polio, la meningitis tetravalente y la cefalitis centroeuropea. Las segundas son las del calendario vacunal del adulto de Extremadura. «Por ejemplo, el tétanos o la antirrábica, que si da tiempo conviene ponerlas», apunta Vettoretti. Por último están en las que se hace la prescripción y el paciente las compra en la farmacia. «Esto se hace porque el SES entiende que no tiene que asumir ese gasto cuando es un viaje de ocio. Ahí entran la fiebre tifoidea, la hepatitis A y la encefalitis japonesa, que son las tres que más se mandan», concluye esta médico de familia.
Para los viajes internacionales también es conveniente realizar la prescripción del paludismo o malaria mediante la toma de unas pastillas. Esta enfermedad se transmite por la picadura de un mosquito y está presente en todo el África subsahariana, en el sudeste asiático y en América del Centro y del Sur.