El canaricultor montijano Manuel Sánchez se proclama campeón del mundo en Nápoles
En el concurso obtuvo tres medallas, entre ellas una de oro en la especialidad de Brunos Jaspes amarillos machos
Francisco Pérez
Sábado, 28 de enero 2023, 07:53
Montijo tiene un nuevo campeón. En esta ocasión, la disciplina en la que Manuel Sánchez, un vecino de la localidad, ha obtenido el oro para ... proclamarse el mejor del mundo es en canaricultura. Se trata de una rama de la avicultura que se ocupa de la cría y métodos de crianza del canario domestico en sus diferentes variedades.
En la actualidad, la canaricultura cuenta con una gran afición tanto a nivel regional como nacional. Esta afición es la que ha conseguido que Sánchez haya obtenido en Nápoles tres medallas mundiales en diversas especialidades, entre ellas una de oro.
La afición de este vecino montijano surgió en su niñez, de la mano de su abuelo, que aunque no concursaba, siempre tenía canarios en casa y fue el que le enseñó. «Comencé criando y me federé. Fui centrándome en criar las gamas que más me gustan y trabajándolas con ahínco cada año. Siempre hay que mejorar, no te puedes relajar porque cualquier detalle influye en un concurso», asegura Sánchez.
Esta apuesta por la perfección es la que le ha llevado a obtener en el campeonato mundial, celebrado entre el 13 y el 22 de enero en Nápoles (Italia), un oro en la especialidad de Brunos Jaspes amarillos machos, una plata en Isabelas Jaspes amarillas hembras y un bronce en negros Jaspes machos. Todos estos galardones elevan su palmarés hasta las trece medallas, entre las que hay tres oros.
Cabe reseñar que en el campeonato mundial de Nápoles hubo una gran competencia, ya que cursaron un total de 23.000 ejemplares de diversas variedades.
Además de competir, Sánchez es juez nacional de canarios de color. «España, junto con Italia, es una potencia mundial en canaricultura, seguida muy de cerca por los Países Bajos y Portugal, donde la afición por este tipo de avicultura está creciendo».
Sánchez asevera que esta afición no es barata. «Tiene muchos gastos», afirma. Actualmente, este vecino montijano posee en torno a los 150 ejemplares, y no solo necesitan alimentación, sino también vitaminas y diversos productos complementarios. Y es que la competición en sí básicamente es un concurso de belleza, dónde los pájaros han de ofrecer la mejor presencia posible al juez que los juzga mediante diferentes planillas, atendiendo a unos criterios estándar internacionales.
Sánchez afirma que el canario que le dio el oro no tiene precio, porque no lo vendería «ni por todo el oro del mundo».
La vida de estos animales suele ser de entre siete u ocho años, y son como de su familia. Manuel está casado y tiene un hijo pequeño, que no sabe si continuará con su afición. «Ojalá», dice con una sonrisa. Con lo que sí cuenta es con el apoyo de su mujer. «Mantener y ocupar un aviario quita mucho tiempo», concluye.
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