Barajan la hipótesis de muerte natural en el fallecimiento de la octogenaria y su hijo en Ruecas
Hasta ahora se desconoce el tiempo que llevaban sin vida en la vivienda
Estrella Domeque e IRNE TORIBIO
Viernes, 4 de marzo 2022, 20:01
La plaza Mayor de Ruecas amanecía este viernes consternada tras conocerse la noticia del fallecimiento de Emilia y Francisco, Kiko, como se le conocía en el pueblo. Madre e hijo aparecieron sin vida en torno a las 7.30 horas de la mañana en su casa, una vivienda próxima a la entrada de Ruecas, entidad local menor de Don Benito que se encuentra a unos diez kilómetros de esta localidad pacense.
La madre, Emilia, tenía 87 años; y su hijo, 65. Los cuerpos han aparecido sin vida en su domicilio y ha sido una nieta de la mujer, que tenía otro hijo que también reside en el pueblo, quien los ha encontrado y ha alertado a los servicios de emergencias. Se desconoce, hasta el momento, el tiempo que llevan sin vida y las circunstancias de la muerte, pero todo habría ocurrido en la noche del jueves al viernes, después de que la nieta subiera a su habitación a dormir.
Según informa la Guardia Civil, aparentemente no hay signos de violencia y se están investigando las causas del fallecimiento. El alcalde de la localidad, Antonio Aguilera, señaló a este periódico que hace unos días vio a ambos paseando y «estaban bien».
Tras varias horas de la Guardia Civil en el interior de la vivienda, los cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Badajoz para practicarles la autopsia a fin de determinar la causa de sus muertes, aunque todo parece apuntar a que ha sido de manera natural y que el hijo habría fallecido debido a una dura enfermedad que padecía y posteriormente habría muerto su madre.
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Esa es una hipótesis que refrendan también algunos de los vecinos, que habían visto a Francisco más delgado en estos últimos meses, y apuntan que sufría algunas dolencias físicas, pero rechazan que pueda tratarse de una muerte violenta.
«Es una noticia bastante dura, hoy el tema es siempre el mismo y todo el pueblo se ha quedado frío», comenta una de las vecinas de Ruecas, que cree que había sido de las primeras en enterarse: «No me lo podía creer, yo me llevaba muy bien con la familia y los aprecio mucho, pero no se sabe cómo ha podido ser».
Una familia conocida
Se trata, según comentan los vecinos de este municipio de unos 650 habitantes, de una familia muy numerosa y conocida en la localidad, aunque no eran naturales de aquí. Algunos recuerdan que llegaron hace muchos años de Montijo. La madre era ama de casa y su marido, ya fallecido, había sido agricultor. «Es una familia que vive aquí desde hace muchos años.»
Además, el marido de Emilia tenía una cantina cuando el río de Ruecas estaba en su gran apogeo, hace ya muchos años, y ella ha sido siempre ama de casa, «muy dispuesta a sacar a toda su familia adelante», recuerdan algunos vecinos en una plaza Mayor más silenciosa de lo habitual en la que solo se rompe ese mutismo con algún comentario sobre lo acontecido.
«Todo el mundo y todas las familias tienen sus cosas. La mujer era ya mayor y él era una persona normal y muy inteligente, aunque estaba malito. Era una familia normal que nunca había dado problemas en el pueblo; lo más normal es que haya sido una trágica casualidad», dicen algunos sobre las posibles causas del suceso.
«Habrá que esperar a lo que diga la autopsia, pero me sorprendería que fuera algo raro, tiene que ser una triste casualidad, nada más», comenta otro de los vecinos.
Algunas personas han podido hablar con los familiares y allegados que explican que la madre se habría levantado «y, al ver que le ha pasado algo al hijo, le habrá dado una gran impresión, era una mujer que se desvivía por su familia». Incluso, dicen, el hijo se habría encontrado indispuesto en la noche del jueves justo antes de irse a dormir.
El primer edil de esta pequeña localidad también apela a esperar a los resultados de las autopsias que determinen las circunstancias de estos dos fallecimientos que han generado un gran pesar en Ruecas.