Finaliza la obra del acceso a Plasencia por la Ex-370 a falta sólo de las zonas verdes
El tramo interurbano desde la avenida Obispo Laso hasta la A-66 se ha abierto por completo al tráfico durante el mes de agosto
El desdoblamiento del principal acceso a Plasencia desde la A-66 es una realidad desde el pasado mes de agosto. El tramo interurbano de 2,1 kilómetros desde la autovía hasta la avenida Obispo Laso por la carretera de Montehermoso (Ex-370) se abrió al tráfico el mes pasado con un retraso de seis meses respecto a los plazos iniciales manejados por la Junta. También está ejecutado casi por completo el tramo interurbano entre el cruce con la calle Cristóbal Oudrid y la glorieta de los Ingenieros, en la avenida de España, a la falta únicamente de colocar los árboles y zonas verdes contemplados en el proyecto.
La Consejería de Infraestructuras de la Junta afirma que la plantación se llevará a cabo en otoño y estará terminada probablemente en el mes de noviembre, ya que de hacerlo antes las plantas se estropearían. Será entonces cuando se dé por finalizada al cien por cien una obra que comenzó en el verano de 2015 y que ha costado 7,43 millones de euros, la mayor inversión realizada en Plasencia por la Junta de Extremadura en los últimos años.
La actuación ha servido para eliminar un tramo de la Ex-370 lleno de curvas, estrecho y de accesos peligrosos que desde la apertura de la A-66 se había convertido en la principal entrada y salida a Plasencia, con una media de cerca de 10.000 vehículos diarios. Ahora es una cómoda vía de doble carril con rotondas que distribuyen el tráfico tanto hacia la circunvalación norte como hacia la finca municipal Capote y las propiedades particulares que salpican el tramo, cuyos accesos constituían un grave riesgo en una vía tan transitada.
El desdoblamiento ha costado 7,43 millones de euros y los trabajos han durado dos años
Se han construido un total de cinco rotondas, dos de ellas nuevas, que entre otras cosas han servido para eliminar el paso elevado que existía a la altura de la N-630 y que era uno de los puntos negros del tramo, sobre todo para los vehículos que se incorporaban a la circunvalación desde la Ex-370. En el recorrido urbano, que se corresponde con la avenida Obispo Laso, se ha cambiado el firme y se han instalado nueva iluminación y señalización. En este tramo de medio kilómetro no era posible el desdoblamiento por la existencia de edificios a ambos lados de la vía.
Desde que abrió la A-66, la Ex-370 es la principal vía de entrada a Plasencia con cerca de 10.000 vehículos diarios
Las obras de la Ex-370 se han desarrollado con fluidez pero no han estado exentas de polémica. La más sonada ocurrió cuando en febrero de 2016 se supo que la empresa adjudicatoria planeaba cortar el tráfico por completo durante nueve meses con el objeto de acelerar los trabajos. Incluso hubo reuniones entre los responsables de la obra y el Ayuntamiento de Plasencia para organizar los accesos a la finca Capote durante ese tiempo.
La noticia causó una inmediata reacción en contra por parte de los usuarios, especialmente de aquellos que utilizan la Ex-370 a diario por motivos de trabajo, y que quedaban condenados a dar un largo rodeo de varios kilómetros bien hasta el acceso de Oliva de Plasencia o bien hasta el de Fuentidueñas para poder entrar a Plasencia desde la A-66. Incluso se creó en pocas horas una plataforma de afectados que exigió que la Ex-370 no se cortara.
La Junta de Extremadura salió al paso del revuelo social asegurando que la empresa no había comunicado a la Consejería de Infraestructuras que iba a cortar la carretera durante nueve meses, y que además eso no estaba contemplado en el proyecto de ejecución de la obra. Finalmente, se descartó esa posibilidad y se optó por seguir haciendo lo mismo que hasta entonces, es decir, cortes puntuales, de no más de unas cuantas horas, cuando fuera necesario para el avance de los trabajos y siempre avisando con tiempo a la población. Ese fue, de hecho, uno de los motivos que esgrimió el consejero de Infraestructuras, José Luis Navarro, en una visita a las obras el pasado mes de abril para justificar el retraso en la ejecución.
El Ayuntamiento de Plasencia considera que el próximo paso natural es la construcción de un nuevo vial que una la glorieta de los Ingenieros con la circunvalación sur para darle así continuidad a la obra recién terminada. Se trata de una infraestructura que viene recogida en el Plan General Municipal que entró en vigor hace dos años y que el gobierno local está solicitando de manera reiterada a la Junta de Extremadura como la próxima gran inversión que el ejecutivo autonómico debería hacer en la ciudad, al margen de lo que vaya a destinar a la reforma integral de la avenida Martín Palomino una vez que se firme el esperado convenio a tres bandas entre la Junta, el Ministerio de Fomento y el Consistorio placentino.