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Viernes, 20 de octubre 2023, 23:15
La Virgen del Puerto ha sido interpelada por los placentinos, a lo largo de los siglos, para aliviar hambrunas, despejar temporales, detener epidemias o alejar ... guerras, como la que trajo la invasión francesa en 1808. La primera bajada de la que se tiene constancia es de 1589. La Virgen fue a la Catedral y Fue para remediar la sequía. Llovió en abundancia y el Cabildo, agradecido, le regaló un manto.
En los últimos cien años ha habido hasta seis bajadas. La primera, en la primavera de 1938, a petición del a petición del Ayuntamiento en rogativa por «el triunfo y la paz» en plena Guerra Civil. La última vez que bajó en rogativa por lluvia, a propuesta de labradores y ganaderos, fue con la sequía de 1949. Después, los motivos de las venidas de la Virgen a Plasencia han sido más 'institucionalizados'.
En 1952 llegó para ser coronada canónicamente en un multitudinario acto. En 1954 volvió a la Catedral para conmemorar el séptimo centenario del Cabildo y el primero del dogma de la Inmaculada. Más de dos décadas tardó en volver a su ciudad. Fue en 1977, con motivo del 25 aniversario de la Coronación.
Todavía en el siglo XX la Virgen del Puerto fue traída en abril de 1989, con motivo del Año Santo Mariano. La posterior llegada tuvo que esperar hasta el 2000, con motivo del Año Jubilar Diocesano. La última de 'la Canchalera' fue en 2002, para conmemorar el 50 aniversario de la coronación canónica. La última, la de 2009, fue con motivo de la restauración de la Catedral nueva.
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