Concurso Nacional Chinato: La albañilería se abre camino mirando al futuro
Una cuadrilla de Riolobos ganó un certamen que hizo historia al abrir su inscripción a los portugueses y ceder un espacio a las mujeres
Juan Carlos Ramos
Plasencia
Sábado, 21 de junio 2025, 20:38
A las ocho y media en punto, cuando el sol ya calen taba sobre el Paseo de la Diputación de Malpartida de Plasencia, las primeras ... cucharadas de mortero ya golpeaban el fondo de las gavetas. El sonido del nivel al ajustarse, el roce de los ladrillos y el eco de las voces entre cuadrillas anunciaban que había comenzado una de las grandes citas anuales de la construcción en Extremadura: la 38ª edición del Concurso Nacional de Albañilería Chinato.
Este año no era uno más. Era el primero con sabor hispano-luso, con participación abierta a profesionales de Portugal, y también el primero en el que las mujeres no solo estaban presentes, sino compitiendo en su propio espacio. El ambiente, vibrante desde primera hora, hablaba de tradición, pero también de evolución.
Las 22 cuadrillas del concurso ordinario se enfrentaron a un reto técnico tan ambicioso como hermoso: construir una jardinera con un pilar en espiral rematado por un cubo, un diseño ideado por el arquitecto Rafael Moneo. Las cinco cuadrillas del concurso de mujeres tuvieron que construir un muro con diferentes alturas. El propio autor de los proyectos caminaba entre las estructuras a medio levantar, observando con atención cómo interpretaban su idea.
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«Algunos de los trabajos son estupendos. Han sido capaces de hacerlos sirviéndose de los planos sin darles indicación alguna», decía uno de los grandes nombres de la arquitectura española en los últimos sesenta años. Alfonso Jiménez, llegado desde Riolobos y paleta en mano, avalaba el encargo con una sonrisa: «Moneo se lo ha currado, sí. Es un trabajo digno de un concurso». Lo decía antes de saber que se había proclamado vencedor del certamen junto a su hermano José María.
La organización había establecido cuatro horas para completar el ejercicio, aunque finalmente el jurado otorgó una hora extra. A las 13.30 comenzaron a evaluarse las construcciones, mientras el público se resguardaba bajo las sombras dispuestas a lo largo del Paseo de la Diputación.
Entre las 22 jardineras, se impuso la de Alfonso y José María Jiménez García. Segundos fueron los hermanos sevillanos José Manuel y Francisco Álvarez; y terceros, los también hermanos Agustín y José Ángel García, de La Nava de Santiago. La mejor pareja local fue la formada por Javier Fernández y Óscar Tejeda. Pero si hubo una ovación especial fue para las participantes del I Concurso Nacional de Albañilería para Mujeres, donde Lisa Daihana García y Jaqueline Galvis, procedentes de Madrid, se alzaron con la victoria.
Las cinco cuadrillas femeninas ofrecieron un nivel que sorprendió incluso a los más veteranos. Fue, como reconocía el alcalde de Malpartida, Raúl Barrado, uno de los momentos más especiales del día: «El balance lo dice por sí solo. Ha sido muy positivo. Hoy hemos tenido un gran aliciente con esas cinco cuadrillas de mujeres que han demostrado su destreza. Ha sido todo un éxito».
Barrado, además, destacaba el crecimiento del certamen: «Vamos a ampliar el campo de nuestro concurso hacia Portugal para el año que viene, fruto también de la colaboración con Pymecon y el sector empresarial».
La mañana estuvo animada no solo por el trabajo en las parcelas, sino también por una mesa redonda donde expertos del sector debatieron sobre el presente y futuro de la construcción. Allí, José Luis Iglesias, gerente de Pymecon, insistió en que este concurso es más que un certamen: «El concurso femenino visibiliza la necesidad de más mano de obra en el sector».
En esa misma línea se pronunciaba el consejero de Infraestructuras, Manuel Martín Castizo, que no quiso perderse la jornada: «Este es un concurso que divulga un oficio con gran arraigo, que homenajea la labor de los albañiles chinatos, conocidos por su profesionalidad en toda España». Y sobre la participación femenina, añadió que «rompe con esa idea de que la construcción es solo cosa de hombres».
Ya en la recta final, con las estructuras firmes sobre el pavimento, el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, resaltó la importancia estratégica de este tipo de eventos: «Estamos pasando momentos complicados. Hace falta mano de obra en la construcción y esto es un acicate importante».
En este sentido, Morales no ocultó su entusiasmo por el papel de la localidad: «Malpartida es un referente en el ámbito de la construcción y este es el mejor concurso de albañilería en Extremadura. Es un escaparate único que estamos financiando desde la Diputación». Y dejó un mensaje claro de futuro: «Mientras la Diputación siga en activo, vamos a seguir apoyando el concurso, la construcción y a los trabajadores del sector».
Con el paso de las horas, y tras la entrega de premios —que incluyó cuantías para los cinco primeros clasificados de cada categoría—, el Paseo de la Diputación fue recuperando su calma habitual. Sobre el pavimento quedaban los vestigios de las estructuras como testigos silenciosos de una jornada que dejó claro que, en Malpartida, la albañilería no solo se honra: también se reinventa.
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