¿Qué ha pasado este sábado, 6 de diciembre, en Extremadura?
Teófilo Amores despojándose del abrigo en el pleno para mostrar la camiseta de 'No a la mina'. JORGE REY

Las cosas de Teófilo

Análisis ·

El edil no adscrito, aliado habitual de Luis Salaya, le ha puesto en una situación incómoda al obligarle a pronunciarse con los votos del PSOE cacereño sobre el decreto del litio

Claudio Mateos

Cáceres

Domingo, 20 de noviembre 2022, 08:13

En menos de cuatro años ha pasado de encabezar la lista de Vox al Ayuntamiento de Cáceres a lucir en el pleno municipal una ... camiseta antimina, y entre medias ha tenido tiempo de llenar el callejero de la ciudad con nombres de muchas mujeres relevantes que sin duda le faltaban. Su fama de heterodoxo le precedía y la ha confirmado desde su silla de concejal no adscrito (abandonó Vox en octubre de 2019), donde ha hecho más o menos lo que le ha dado la gana, eso sí, siempre con cuidado de no entorpecer la gobernabilidad y permitiendo con su voto decisivo que hayan salido adelante todos los presupuestos de la legislatura.

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Ya desde antes de las elecciones algunos no entendieron qué demonios pintaba Teófilo Amores, de pasado socialista y sindicalista, presentándose como número uno de Vox. Ahora los que se preguntan en qué estaban pensando cuando decidieron ponerle de candidato son los dirigentes y afiliados del partido de Abascal, que ya ni si quiera van con carteles a exigirle que devuelva el acta y se limitan a sentarse resignados en los plenos en la zona del público y poner cara de pocos amigos cada vez que interviene el que consideran un usurpador.

Mientras tanto Teófilo sigue a lo suyo. Sabe que le queda en el Ayuntamiento lo que falta de legislatura y no se calla porque no lo necesita. Esta semana ha puesto en práctica esa libertad de pensamiento que tan a gala lleva presentando en el pleno una moción nada menos que sobre el decreto regional del litio y su importante repercusión en el futuro de la mina de Valdeflores, el asunto más polémico al que se ha enfrentado Cáceres en décadas. Lo que pueda decidir la Corporación cacereña sobre el decreto del litio tiene nulos efectos prácticos porque se trata de una competencia autonómica pero, por motivos que solo Teófilo Amores conoce, ha decidido obligar al gobierno municipal del PSOE, al que había venido apoyando en casi todo, a retratarse en una votación incómoda para ellos sobre una normativa que sus compañeros de Mérida no solo han apoyado, sino promovido.

Salaya asistió impasible en el pleno del jueves a las intervenciones de Amores, salpicadas de exabruptos y con el teatrillo de la camiseta del 'No a la mina' incluido. Por motivos que tampoco se han explicado bien, decidió que su grupo, que fácilmente podría haberse puesto a favor del viento que llega de Mérida votando que no, se abstuviera y permitiera así que saliera adelante una moción por la que el Ayuntamiento deberá pedir a la Junta y a la Asamblea que revoquen el decreto del litio por el daño irreparable que la mina de Valdeflores causaría a la ciudad de Cáceres y sus habitantes. La propuesta no va a ir más allá, pero en política todo suma (y resta) y Salaya habrá pensado que tampoco él tiene necesidad alguna de significarse tumbando una moción con mucho ruido en los medios, pero sin efectos prácticos, para convertirse en la diana del movimiento antimina más aún de lo que ya lo es.

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Salaya dejó hacer a Teófilo en el pleno con inteligencia. Rehuyó la confrontación directa tanto con él como con Francisco Alcántara –otro no adscrito que hasta le pidió la dimisión–, permitió a Amores superar en mucho los tiempos reglamentarios de uso de la palabra y solo le frenó cuando soltó algún improperio fuera de lugar en un órgano de representación ciudadana. Se equivocó al impedir el acceso a la sala de los miembros de Salvemos la Montaña que habían ido a protestar, aunque asegura que después les pidió perdón y les explicó que fue porque pensó que querían entrar todos y no solo unos cuantos representantes de la plataforma.

¿Pasará factura lo ocurrido esta semana a la breve relación que aún tienen por delante Amores y el PSOE, presupuestos incluidos? Los socialistas no lo creen, y ni siquiera parecen molestos. Para ellos lo del pleno del jueves no son más que «las cosas de Teófilo».

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