Pobreza relativa
La pobreza en las comunidades de mayor coste de vida, como Cataluña, Navarra, País Vasco o Madrid, es mucho más elevada que en comunidades de bajo coste de la vida, como Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Andalucía
Marcelo Sánchez-Oro Sánchez
Domingo, 26 de noviembre 2023, 08:22
El problema de la pobreza me preocupa sobremanera. Hace mucho tiempo que vengo observando esta realidad, he publicado algunos artículos al respecto y durante años ... he trabajado con las personas en esta situación. Y creo que las cifras oficiales no reflejan adecuadamente lo que pasa en Extremadura. A veces da la sensación de que «tan pobres no somos», dice la gente, cuando ve restaurantes y bares llenos. Mi tesis es que cuando se aborda el tema de la pobreza, no se toma suficientemente en cuenta factores contextuales, que, en nuestro caso son determinantes. Me refiero al nivel sanitario, el nivel educativo, los precios al consumo y la economía sumergida.
Lo primero es aclarar, como indica Giddens (2010), que la pobreza absoluta es la de quienes carecen de todo, propia de los países menos desarrollados. La pobreza relativa, en cambio, es la que nos afecta a nosotros, y se estudia comparando los ingresos, bajo la idea de que lo esencial para la vida está asegurado.
Para medir la pobreza relativa se utiliza tasa Arope (At risk of poverty and/or exclusión). Lo confecciona el INE a partir de los ingresos y las condiciones de vida de las personas. El informe de la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-ES' mayo 2023), del que se hizo eco el HOY de 05/11/23, recurre a esta fuente. Indica que la población en riesgo de pobreza en Extremadura, con un 30%, es la más alta del país (excluyendo a Ceuta y Melilla). Esto es, 316.099 personas. Del total de pobreza en Extremadura, 208.512 son pobres «no severos» y 107.587 son «pobres severos». No obstante, Extremadura ha mejorado sobre los valores que registraba en el año 2008, algo que en otras comunidades autónomas no ha sucedido (EAPN-ES' mayo 2023, p 27). Es cierto, Extremadura ha reducido su pobreza en más de un 5%, mientras la media nacional se mantuvo en la misma tasa: el 20%. El «escudo social» funciona.
Sin embargo, como he dicho, si consideramos otros factores, el ranking de la pobreza en España cambia y dejamos de ser los más pobres. Herrero (2012 p. 15) en 'La pobreza en España y sus comunidades autónomas' elabora un Índice de Pobreza Humana (IPH), combinando pobreza económica (renta y desempleo) y pobreza en capital humano (salud y educación). Concluye que, en los años posteriores a la Gran Recesión, en Cantabria, Extremadura y País Vasco, la pobreza se redujo. Extremadura, que en indicadores de renta siempre ocupa las últimas posiciones, si se consideran esas otras variables del IPH, ocupa posiciones intermedias.
En el mismo sentido, ponderando adecuadamente las variables referidas al coste de la vida, el mapa de la distribución de la pobreza cambia sustacialmente, en virtud de los datos del Laboratorio de Analisis Económico Regional de la Uniersidad de Oviedo (REGIOlab). Los profesores Rubiera Morollón y Lasarte Navamuel (2013, p. 8), en 'Efectos de los incrementos en el coste de vida sobre el mapa de la pobreza en España', señalan que el crecimiento de las tasas de pobreza es más elevado cuando tenemos en cuenta la evolución del coste de vida en cada territorio. Por ejemplo, la pobreza en las comunidades de mayor coste de vida, como Cataluña, Navarra, País Vasco o Madrid, es mucho más elevada que en comunidades de bajo coste de la vida, como Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Andalucía, donde la línea de la pobreza desciende significativamente. Tal es así que estos investigadores de REGIOlab, hablan de un nuevo mapa de la pobreza, si se tienen en cuenta los costes de vida reales de cada región y las posibilidades de intercambio en la cesta de bienes. En este supuesto, «los mayores niveles de pobreza estarían en las comunidades autónomas de la costa mediterránea, de Cataluña a Andalucía pasando por la Comunidad Valenciana y Murcia, más Canarias y Baleares. Es también elevada, aunque en menor medida, en Navarra, Madrid, Aragón, Cantabria y Galicia. En La Rioja y Extremadura encontramos incidencias de la pobreza más bajas en términos relativos. El resto queda en una situación intermedia».
Hay otro factor que puede matizar significativamente los datos de pobreza en regiones rurales. Es el efecto de la economía sumergida. En su comparecencia ante el Parlamento de Extremadura (Libro de sesiones, 2012), el representante de los técnicos de Hacienda (Gestha), puso de relieve que «Extremadura es la comunidad con mayor porcentaje de economía sumergida al cierre de 2012, casi siete puntos por encima de la media nacional, del 24,6%». Esta singularidad regional es atribuible «al importante peso de la construcción y la agricultura en el PIB regional, por encima de la media nacional, ya que se trata de sectores «muy proclives a la economía sumergida» (Sardá, 2014. p. 31).
Siempre se puede hacer más, pero no se ha hecho poco.
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