Degradación de las Cortes (I)
Una de las primeras medidas tomadas por los totalitarismos fue la supresión de los parlamentos y de la oposición
Felipe Traseira
Miércoles, 9 de abril 2025, 22:38
No me gusta la colonización de la Fiscalía General, del Constitucional, del CIS, del Banco de España, de Telefónica, del Instituto Nacional de Estadística... No ... me gusta el control del parlamento por el ejecutivo. No me gusta que se legisle por decreto, sin debate, asesoramiento y en contra de la constitución. No me gusta que se modifique la constitución a través del Constitucional, cuya función, precisamente, es defenderla. No me gusta el acoso a jueces y la eliminación de la acción popular en los procesos judiciales (art. 125 CE). No me gusta el control de periodistas independientes/críticos. No me gusta la desnaturalización del partido socialista, abocándolo a su desaparición. No me gusta que se gobierne anteponiendo lo personal a lo común, comunidades autónomas ricas a las pobres, como la olvidada Extremadura. Y no me gusta Pedro Sánchez, el culpable de todo, que no es ni progresista ni socialista. Esta columna expondrá los orígenes/funciones de nuestras Cortes. En la próxima reproduciré el debate de sordos entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Congreso.
Los reyes medievales, en asuntos domésticos, eran servidos por altos eclesiásticos/nobles que vivían con ellos en palacio: era la 'Curia Regia Ordinaria'. Pero en asuntos importantes (por ejemplo una guerra) eran asesorados también por magnates de nobleza/clero, de distintas partes del reino, en la 'Curia Regia Extraordinaria'. Ante la necesidad de contar con recursos cada vez mayores, incorporaron a esta segunda 'Curia' a la pujante burguesía –enriquecida con el comercio tras el siglo X– , que era la que podía afrontarlos. Esto supuso el nacimiento de las Cortes en el año 1188, durante el reinado de Alfonso IX de León, y durante el siglo XIII en el resto de reinos. Su composición/funciones variaban entre los reinos. Las convocaba el rey, sin periodicidad fija, fijando también los asuntos a tratar. A falta aún de clases sociales, la componían los estamentos existentes: nobleza, clero y burguesía, que deliberaban separadamente y al final votaban los asuntos reunidos con el rey. Las competencias de estas Cortes estamentales eran de carácter fiscal y legislativo. Entre las primeras cabría señalar la votación de los 'servicios' que el rey solicitaba para gobernar el reino, la aprobación/destino de los tributos y orientar la política económica. En cuanto a las atribuciones legislativas, la consultiva era más importante que la legislativa. De la misma manera que la democracia griega clásica no era equivalente a la democracia actual, estas primitivas Cortes no representaban todavía la voluntad general. Pero, aun así, supusieron la base del parlamentarismo moderno, que en España terminó de cuajar –tras un XIX convulso y la Dictadura– con la Transición. En Europa no surgieron hasta el XIV, mientras en España lo hicieron en la segunda mitad del XII. Lo suyo sería fortalecer esta importantísima institución y no degradarla, como hace Sánchez. Una de las primeras medidas tomadas por los totalitarismos fue la supresión de los parlamentos y de la oposición, dos cosas que ya está haciendo Sánchez, a plena luz del día y en plena Europa democrática. Verdaderamente, ¡tiene mérito este hombre!
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión