El PP se renueva contra Salaya
Análisis ·
Rafael Mateos huye de los fichajes de relumbrón y llena su lista para Cáceres de profesionales sin experiencia en cargos públicos
Frente al continuismo de Salaya, la renovación de Mateos. Es lo normal. El que gana y considera que le va bien tiende a mantener el equipo ... y el que pierde y necesita remontar es el que está obligado a hacer los cambios. Así ha ocurrido con las listas electorales del PSOE y el PP para las municipales en Cáceres, esta última hecha pública el pasado jueves con nada menos que siete caras nuevas en las 12 primeras posiciones. El único 'fichaje' propiamente dicho de Rafael Mateos (Rafa para los amigos y los carteles) en su segunda intentona de convertirse en alcalde ha sido el de la portavoz de Ciudadanos, Raquel Preciados, un movimiento que estaba desde hace tiempo en boca de todo el mundo pero que no han querido hacer público hasta última hora. Esta incorporación, al igual que la de otros dos ediles de Cs al PSOE, en especial la de Ñete Bohigas, responde a la necesidad que tienen ambos partidos de atraer hacia sí la mayor cantidad posible de los 9.623 votos que obtuvo en 2019 el partido naranja, que le valieron cinco concejales. Es un botín demasiado valioso como para pasarlo por alto, y de hecho es probable que su reparto acabe determinando quién gana estas elecciones.
Para el resto de su lista, Mateos ha huido de los fichajes de relumbrón y ha llenado la candidatura de profesionales sin experiencia en cargos públicos. Es cierto que se apoya en un hombre de partido como Emilio Borrega en el número 2, y que repiten en puestos de salida los actuales ediles Víctor Bazo y Pedro Muriel, pero el resto son novedades como la enfermera Encarna Solís (5), la abogada Soledad Carrasco (7), el arquitecto Tirso Leal (8), la docente y exdirectiva de la Unión de Cofradías Jacobi Ceballos (9) o el profesor de Derecho Ángel Orgaz (10). Hay que irse hasta el 11 para encontrar al siguiente nombre conocido en la política cacereña, el del exconcejal Jorge Suárez.
La renovación sin concesiones es la respuesta de Rafael Mateos al más que discreto resultado que obtuvo en 2019, con tan solo siete concejales, que tendrá que mejorar bastante si quiere aspirar a mover del sillón a Luis Salaya. El candidato del PP inició hace tiempo su promoción con carteles en las calles y reuniones con colectivos de la sociedad civil, y hasta ha realizado ya algunas promesas, como un complejo deportivo con piscina climatizada para Nuevo Cáceres y Casa Plata, la zona más poblada de la ciudad. Sin embargo sigue esquivando un asunto primordial en el que lleva toda la legislatura poniéndose de perfil y sobre el que tarde o temprano se tendrá que pronunciar porque en torno a él va a girar una buena parte de la campaña y puede ser decisivo en el voto de muchos cacereños. Se trata, claro está, de la mina de litio de Valdeflores.
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