Elecciones en medio de la fiesta
Análisis ·
La campaña es diferente en Cáceres porque pilla a la ciudad distraída con el Womad, el rodaje de 'La casa del dragón' y las ferias de San FernandoLas elecciones municipales son diferentes en Cáceres porque pillan a la gente pensando en otras cosas. El Womad, las fiestas de San Fernando (se ... va a votar el fin de semana de ferias) y esta vez también el rodaje de 'La casa del dragón' nos tienen tan distraídos que sólo los muy cafeteros de la política prestan atención a las propuestas de los candidatos, también en parte por culpa de unos programas electorales que vienen a ser más de lo mismo, sin apenas sorpresas más allá de algún golpe de efecto como el teleférico a la Montaña que quiere hacer Felipe Vela. Son los nuevos partidos localistas que han surgido a puñados para estos comicios los que necesitan llamar la atención con promesas impactantes, porque los grandes saben que el grueso del electorado cacereño es tirando a conservador y no aprecia las excentricidades, incluso los que votan progresista. Aquí gusta ir a lo seguro y a lo de toda la vida, sin propuestas revolucionarias ni demasiado imaginativas: un polígono industrial como el que promete Luis Salaya, la piscina climatizada que Rafael Mateos quiere ponerle a Nuevo Cáceres y Casa Plata, hablar del paro, de la sanidad, de la Ribera del Marco..., y por supuesto toquetear lo menos posible la polémica de la mina de litio, no sea que alguien se acabe quemando.
Con todo, la igualdad que se percibe entre los dos candidatos con opciones a gobernar Cáceres, a falta de conocer alguna encuesta creíble que arroje algo más de luz, convierte estas casi dos semanas de campaña que aún tenemos por delante en decisiva, aunque la atención de los cacereños esté dividida por el ambiente lúdico de este mes de mayo. Como pasa en todas las elecciones reñidas, será el voto de los que hoy siguen indecisos el que acabe decantando la balanza. Con las mayorías absolutas prácticamente descartadas, el PSOE no puede dedicarse a arañar hacia su izquierda porque necesita que Unidas Podemos obtenga un buen resultado para poder seguir gobernando, y lo mismo le pasa al PP hacia su derecha, que por mucho que logre mejorar su mal resultado de hace cuatro años es muy probable que no tenga nada que hacer sin los concejales que pueda sacar Vox, de modo que el objetivo de ambos va a ser captar ese centro moderado que tan bien supo atraer hacia sí Ciudadanos en los comicios de 2019. Por eso, y porque tampoco va ni con la personalidad de Salaya ni la de Mateos, es difícil que vayamos a asistir en Cáceres a una campaña crispada entre los dos principales partidos. Parece lógico pensar que quienes apoyaban a hoy defenestrado Cs son partidarios de la moderación, y también que la mayor parte de ellos fueron en su día votantes de un PP y un PSOE que ahora tratan de recuperarlos para su causa por todos los medios.
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