Atrio, visto para sentencia
Análisis ·
Todos los cacereños tienen su propia teoría de lo que ocurrió aquella noche en el lujoso hotel-restaurante tras el juicio más mediático de la historia de la ciudad
No ha sido ni mucho menos el delito más grave de la historia de Cáceres, pero sí el mas mediático, como se ha podido comprobar ... en el juicio celebrado esta semana en la Audiencia Provincial, que han seguido prensa, radios y televisiones de toda España y también del extranjero, en especial periódicos del Reino Unido, donde al parecer este suceso ha generado desde el principio bastante expectación. El robo de las botellas de vino de Atrio ha quedado visto para sentencia y todos los cacereños tienen ya elaborada su propia teoría de lo que ocurrió en el lujoso hotel-restaurante de San Mateo entre el 26 y el 27 de octubre de 2021. La única que vale es la que haga el tribunal, pero mientras tanto nos entretenemos sacando a relucir todo tipo de suposiciones y teorías de la conspiración.
Lo que más contribuye a que podamos entregarnos a la estimulante tarea de jugar a los detectives e interpretar los testimonios, indicios y evidencias aportados durante las dos sesiones del juicio es la ausencia de la que habría sido la prueba definitiva: una cámara que hubiera grabado con buena calidad a los ladrones cogiendo físicamente las botellas en el interior de la bodega. Pero ni esa cámara ni esas imágenes existen, lo que ha obligado a las acusaciones a recurrir a todo tipo de pruebas secundarias –como el ADN que la Policía encontró en la habitación de los acusados, o la intervención de sus teléfonos– y ha permitido a la defensa poner en duda incluso que el robo se llegase a cometer, aunque por los testimonios de algunos empleados y los restos biológicos parece claro al menos que los dos acusados sí ocuparon esa noche la ya famosa habitación 107 del hotel Atrio.
Las discusiones en Cáceres estos días en torno a este golpe de película y sus detalles no tienen fin: que si es imposible meter 45 botellas de vino en una mochila y dos bolsas de viaje, que si la tasación que se ha hecho del botín en 750.0000 euros es arbitraria y exagerada, que cómo va a arriesgarse la policía española a poner en marcha una operación internacional para capturar a los sospechosos sin tener claro que eran los autores del robo... En fin, debates interminables en torno a las certezas e incertidumbres que nos ha dejado un juicio que queda ya para la historia de Cáceres y cuya primera sentencia (sin duda habrá recursos salga lo que salga) esperamos conocer en pocos días.
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