Todo está jodido
Nos sentimos desesperanzados y nunca ha habido tanta ansiedad y depresión como ahora
Alfonso Callejo
Miércoles, 21 de junio 2023, 08:36
Este es el título del último libro que ha caído en mis manos, traducción de la obra de Mark Manson 'Everything is Fucked', joven autor ... americano convertido en creador de verdaderos bestseller caracterizados por la mordacidad de sus títulos, o si no, vean el de su anterior publicación: 'El sutil arte de que casi todo te importe una mierda'.
Pero Manson toca teclas muy sensibles, al menos a mí me gustan los libros que nos hacen reflexionar, no solo que nos den información o entretengan. En la actualidad el mundo parece haber entrado en una órbita descabellada para el género humano: las economías mundiales colapsan por distintos motivos, el cambio climático no solo amenaza la viabilidad de las cosechas, sino que pone en riesgo la propia supervivencia de generaciones venideras; aparecen mortíferas pandemias que nos sumen en el caos, los desequilibrios geopolíticos generan catástrofes humanitarias, como esos cientos de migrantes ahogados recientemente frente a las costas griegas, surgen guerras estúpidas que nadie parece poder parar, llegan a las esferas de poder gobernantes populistas y opciones políticas retrógradas, la pederastia y el abuso anidan incluso en la religión… podría decirse, en efecto, que todo está jodido, y precisamente en una época, si nos ceñimos al ámbito material, que nos proporciona uno de los mejores momentos históricos que hemos vivido como sociedad, ya que somos más libres que nunca, más sanos y más ricos que en cualquier otra época en la historia de la humanidad. Tenemos acceso a la educación, a la tecnología y a las comunicaciones como jamás soñaron nuestros antepasados. Pero, paradójicamente, nos sentimos desesperanzados y nunca ha habido tanta ansiedad y depresión como ahora.
Este libro me ha recordado mucho a otro que adquirí en un stand de viejo en la Feria del Libro de Málaga hace cuarenta años titulado «Psicología de la vida activa», de Charlotte Bühler, que también versaba sobre la búsqueda de la esperanza, lo cual indica que en toda época padecemos desalientos parecidos, que han sido puestos de manifiesto, por ejemplo, por pensadores como Platón, Kant o Nietzsche. En nuestra realidad actual la búsqueda de la felicidad personal ha perdido el foco en cuanto a nuestras relaciones con el dinero, el entretenimiento o Internet; nos obsesionamos con la vanidad hasta consumirnos psicológicamente. Como muy bien dice Manson, en la búsqueda de la felicidad las personas han perdido de vista las virtudes y características que realmente pueden ayudarnos en el presente, como el coraje, la honestidad y la humildad.
No es este el lugar más adecuado para descifrar los antídotos para esa desesperanza, pero esbozaremos algunos: tenemos que afrontar nuestros miedos y aceptar lo que no podemos cambiar, siendo conscientes de nuestras limitaciones. Fijemos objetivos alcanzables trabajando para conseguirlos. Busquemos relaciones humanas positivas y de apoyo. Participemos en actividades que nos aporten satisfacción, y busquemos nuevas experiencias y retos. ¡Ah! Y menos redes sociales. Puede que no todo esté tan jodido como pensamos.
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