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Juanma Moreno, durante el debate de investidura en el Parlamento andaluz. Efe
Moreno Bonilla, un presidente entre equilibrios

Moreno Bonilla, un presidente entre equilibrios

Malagueño, de 48 años, el nuevo presidente andaluz tendrá que hacer gala de su carácter templado para afrontar una etapa políticamente convulsa

enríque bermúdez (EFE)

Sevilla

Miércoles, 16 de enero 2019, 17:55

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El nuevo presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, abre una etapa histórica en la comunidad más allá de los sucesivos ejecutivos socialistas, en la que tendrá que hacer equilibrios entre los partidos que le apoyan, Ciudadanos y Vox, al igual que ya hizo a nivel orgánico en el PP.

Juanma Moreno, que tiene 48 años y se considera malagueño -aunque nació en Barcelona-, cumple hoy con el objetivo que le marcó en 2014 el entonces presidente del PP, Mariano Rajoy. «El reto es San Telmo» (sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía), le dijo entonces Rajoy en el congreso que le encumbró después de haber llegado por sorpresa a liderar la formación regional.

Casi cinco años después, tras haberse jugado el 2 de diciembre a doble o nada su futuro político en la comunidad, Moreno se hace con la presidencia del Gobierno andaluz, que dirigirá en coalición con Ciudadanos y gracias a un pacto de investidura con Vox.

El líder del PP-A, que representa al área más moderada del partido, siempre ha sido un defensor del diálogo y de los pactos, fórmula que ha buscado insistentemente con Susana Díaz y que ahora tendrá que poner en marcha sin excusas prácticamente a diario.

Ha perdido la mitad de diputados en dos elecciones, aunque el 2D fue el protagonista de la derrota más dulce del PP en la comunidad, gracias a una aritmética que permitía al bloque de centroderecha desalojar al PSOE del poder por primera vez.

Etapa convulsa

Moreno tendrá que hacer gala de su carácter templado para afrontar una etapa compleja, que se prevé políticamente convulsa. Ya se ha curtido haciendo equilibrios internos frente a una parte del PP-A que siempre le ha reprochado falta de liderazgo y que se ha resistido a ceder su poder en provincias como Sevilla.

Sin embargo, el mayor ejercicio de equilibrismo político lo tuvo que hacer precisamente en las elecciones que ahora le han encumbrado. Moreno se alineó meses antes sin titubeo con Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP, su amiga y principal apoyo para liderar a los populares andaluces, y eso le dejó caminando por la cuerda floja cuando fue elegido Pablo Casado.

A la noche electoral llegó con todos los sondeos en contra y con la amenaza de un mal resultado que daría a Casado la excusa perfecta para su relevo, aunque el dirigente del PP-A se había esmerado en limar asperezas políticas con el que también es su amigo.

Las encuestas se volvieron a equivocar porque la suma de PP, Ciudadanos y Vox superó ampliamente la mayoría absoluta y Moreno empezó a sentirse presidente esa noche, tal y como había previsto en una visita al Palacio de San Telmo días después de su llegada.

Durante estos cinco años ha recorrido miles de kilómetros por Andalucía, ha mejorado su discurso político regional y ha ganado en protagonismo, rodeándose de una ejecutiva joven y renovada.

Quienes mejor conocen a Moreno dicen que tiene suerte y que es un buen analista político, lo que une a su optimismo. «Soy el candidato del PP con más posibilidades de ser presidente en la historia autonómica de Andalucía», dijo ante Alberto Núñez Feijóo, al que tiene como referente de gestión autonómica.

Juanma Moreno es presumido y algo despistado, está casado y tiene tres hijos, familia con la que se fue a vivir a Sevilla cuando le eligieron presidente, aunque suelen ir a menudo a Málaga y Granada, tierra de su mujer. Le gustan el deporte y la música, afición que le llevó a ser vocalista de varios grupos en su etapa universitaria.

Moreno llegó al cargo con la vista puesta en estas elecciones, ya que tuvo poco tiempo antes de los comicios de 2015 para consolidarse en un partido que estaba viviendo un proceso de transición tras la renuncia como presidente de Javier Arenas en 2012 y el liderazgo «interino» de Juan Ignacio Zoido, que apenas duró dos años.

Hijo de comerciantes y nieto de jornaleros, decidió unirse al partido cuando era un adolescente y lleva ligado al PP más de veinte años, en los que ha sido concejal, diputado autonómico y diputado en el Congreso, además de ocupar secretarías sectoriales en el PP.

Es licenciado en Protocolo y Organización de Eventos y tiene un máster en Dirección y Administración de Empresas por la EADE.

Moreno ha sido presidente de Nuevas Generaciones de Málaga, de Andalucía y a nivel nacional.

Tras un periplo como concejal, diputado autonómico y nacional, el 30 de diciembre de 2011, el Consejo de Ministros del nuevo Gobierno de Rajoy le nombró secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad del Ministerio de Sanidad dirigido entonces por Ana Mato, desde donde después desembarcó en Andalucía.

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