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Rooney le lamenta durante el partido.
El 'Pistolero' asalta a Inglaterra
PRIMERA FASE

El 'Pistolero' asalta a Inglaterra

Luis Suárez festejó con dos golazos y lágrimas de emoción un regreso extraordinario que engrandece la leyenda uruguaya

Ignacio Tylko

Jueves, 19 de junio 2014, 02:10

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Las lágrimas del reaparecido Luis Suárez estaban más que justificadas. Lloró como un niño después de cada uno de sus dos goles, el primero fruto de un soberbio cabezazo y el segundo tras descerrajar un disparo seco que dejó heridos de muerte a los ingleses cuando insistían en una remontada épica tras el tanto de Rooney, el primero del discutido 'diablo rojo' tras diez partidos en los Mundiales.

El delantero del Liverpool disfrutaba de su primer partido desde la artroscopia de menisco que sufrió hace un mes y de la que se ha recuperado en tiempo récord. El 'Pistolero' no pudo estar ante Costa Rica y tenía que arriesgar porque no quería regresar eliminado sin haberse probado al menos. Incluso sin estar en plenitud, su concurso es básico para la Celeste, que no se puede permitir el lujo de tener en el banquillo al Bota de Oro europeo, igualado a 31 goles con Cristiano Ronaldo.

No pudo disfrutar de mucha continuidad en el juego Suárez, ya que el físico aún no le acompaña, pero firmó dos tantos extraordinarios y decisivos en las jugadas y las ejecuciones. En el primero, gran contragolpe, centro magnífico de Cavani, que supo parar, templar y mandar en lugar de disparar nada más recibir, y cabezazo espectacular. Llegaba forzado pero hizo un pequeño escorzo y la cruzó a contrapié de Hart. Había sufrido una barbaridad para llegar hasta aquí. Pero quería más y cerró la victoria charrúa cerca del final, tras adentrarse en el área y lanzar un disparo brutal en una jugada que se inició con un saque largo de Muslera y mostró la inocencia defensiva de los ingleses. Cumplida su misión, Suárez se tiró al césped y pidió el cambio porque no podía más y los músculos amenazaban con rompérsele.

Como suele suceder cuando los contendientes precisan vencer y no pueden especular ni echar cuentas, fue precioso el duelo disputado en Sao Paulo entre dos selecciones que por algo son campeonas. No son las mejores del mundo pero son orgullosas y competitivas. Sobre todo la uruguaya, ya que los jugadores que representan a este pequeño país siempre se dejan hasta la última gota de sudor y compiten como nadie. Ya había avisado el 'maestro' Tabárez a los ingleses de que iban a sufrir por el fuerte carácter del adversario.

Roy Hodgson repitió el mismo equipo que cayó de forma injusta frente a Italia en la 'sauna' de Manaos. Apostó de nuevo por los jóvenes valores y un planteamiento osado con cuatro atacantes y ese un bloque con cinco integrantes del emergente Liverpool. Más allá de los resultados, que no llegan, se le discute la insistencia en colocar a Rooney en el perfil izquierdo. Hace tiempo que la estrella del Manchester United se desenvuelve mejor por el centro, donde sus llegadas y asistencias son más precisas y decisivas. Cerca de la cal su estrella se oscurece. Estaba peleado con el gol este 'diablo rojo' en los mundiales. Alcanzaba su décimo partido y todavía no había anotado.

Pudo abrir la senda del triunfo en el primer tiempo, pero se fue al travesaño su cabezazo, tras un semicórner lanzado de maravilla y hacia el segundo palo por Gerrard. Era gol o gol, ya que Rooney estaba casi sobre la raya cuando Muslera ya se había comido el centro. Volvió a desperdiciar una oportunidad inmejorable en el arranque de la segunda parte, donde ya actuó con más libertad. Hizo un movimiento sobresaliente cerca del punto de penalti pero estrelló el tiro contra Muslera como quien apunta al muñeco con una escopeta de feria. Cuando Inglaterra ya comenzaba a desesperarse, por fin apareció para mostrarse decisivo y empujar con un toque preciso y elegante con la zurda el gran centro de Glen Johnson tras una arrancada pletórica del lateral. Apareció en el lugar preciso como un delantero centro oportunista.

Más cambios introdujo Tabárez. Alguno obligado, como el del Giménez en lugar de Lugano. Estuvo notable el joven central del Atlético que apenas fue utilizado este curso por Simeone ya que Miranda y Godín son intocables y el belga Alderweireld, la alternativa.

Ida y vuelta

El primer acto ya fue un ida y vuelta vibrante y muy equilibrado, con ocasiones en ambas áreas. No fue peor Inglaterra pero su rival disfruta de más pegada arriba y es más contundente. En su estreno mundialista, Velasco Carballo quiso dejar jugar y no complicarse con las tarjetas. Le sacó una amarilla rápida a Godín por una mano voluntaria pero luego le perdonó la segunda al central del Atlético por desentenderse del balón y cortar el paso de Sturridge. Ese golazo de Suárez poco antes del descanso ya dejaba a los 'pross' en selección agónica.

Tras la reanudación, los charrúas buscaron llevar el duelo a su terreno. Provocaron más infracciones, pararon todo lo que pudieron el partido. Pudieron sentenciar en un contragolpe de libro, pero Cavani la cruzó en exceso. El colegiado madrileño acertó al no señalar penalti por una caída de Sterling, que se tiró y encima golpeó con su rodilla a Álvaro Pereira. Parecía que el futbolista del Sao Paulo le echaba cuento pero quedó desorientado.

El dominio de los británicos se acentuó. Se hicieron acreedores a ese empate que festejó Rooney con rabia porque sentía que su figura deslucía en los grandes campeonatos. Wayne mantenía muy vivos a los 'pross', que se lanzaron hacia una ofensiva brutal cuando quizá podría valerles el empate pensando en la última jornada ante Costa Rica. Y fueron golpeados en una contra definida por el 'Pistolero', un matador del área.

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