El nuevo Plan General de Mérida se aprueba inicialmente con el único rechazo de Vox
El Gobierno local subraya que se pone más suelo público para vivienda asequible y abaratar los precios; la oposición coincide en que se mantengan la posibilidad de dos nuevos puentes, en la Zona Norte y Sur
El plan que diseña cómo será Mérida, desde el punto de vista urbanístico y de movilidad, en los próximos 20 años se aprueba inicialmente. No será realmente efectivo hasta dentro de dos años. El Pleno del Ayuntamiento ha validado esta mañana de forma provisional el Plan General Municipal de la ciudad que aporta seguridad jurídica y se ajusta a las sucesivas normativas urbanísticas, nacionales y regionales, en vigor desde hace algunos años y que no tenía en cuenta el anterior plan, ha dicho la delegada de Urbanismo, Silvia Fernández. La oposición, en su conjunto, ha mostrado un respaldo con matices, más favorables que críticos, a las líneas maestras del Plan y espera que se admitan ahora buena parte de sus alegaciones. Solo Vox ha votado en contra. PSOE y Unidas por Mérida lo han hecho a favor y se han abstenido PP y Por Mérida.
El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Mérida conllevará en las próximas dos décadas la construcción de unas 3.000 viviendas asequibles, como recogió este diario el pasado 29 de septiembre. Según destaca el Gobierno local, el 30% del suelo disponible se reservará para vivienda protegida. Se harán unas 3.000 hasta 2045. El Ejecutivo de Antonio Rodríguez Osuna establece en 9.615 viviendas las necesidades reales de la ciudad para los próximos veinte años.
«Creemos en la vivienda asequible y eso se demuestra en el suelo público que se está poniendo. Para favorecer el acceso a la vivienda», ha sentenciado Fernández. Ha insistido en que el nuevo Plan General servirá para acabar con «una ciudad inclusa, con barrios deslavazados» que es lo que, ha dicho, generó el anterior Plan General de Ordenación Urbana aprobado en el año 2000. Ese texto recogió la construcción de 20.000 viviendas en Mérida y una previsión de crecimiento urbanística muy alejada de la realidad actual.
Silvia Fernández ha dicho que se apuesta por no reclasificar ni un solo metro cuadrado más de suelo rústico sino aprovechar lo que ya hay y no se está desarrollando. «Se trata de dar solución a la falta de cohesión entre los diferentes distritos y barrios y crear una estrategia común de ciudad», ha expresado. El nuevo Plan, además, pondrá en activo 75 hectáreas más de suelo industrial. El equipo de Gobierno local ha resaltado el trabajo, durante los últimos cinco años, del equipo técnico de la Delegación de Urbanismo y, en especial, el de su director, Ignacio Candela Maeztu.
Monserrat Girón, de Unidas por Mérida, ha anunciado el voto favorable de su grupo al plan por aspectos como la apuesta por el transporte público y el crecimiento de zonas verdes y ha avanzado igualmente un discurso seguido por el resto de los grupos: ahora se abre una fase de alegaciones con propuestas para ser incorporadas al Plan aprobado inicialmente y espera que se asuman algunas de su formación.
PP y Por Mérida han apostado por la abstención crítica pero con un sentido positivo. «Sinceramente no podemos votar en contra. Esperamos que se mejore el Plan y se recojan aspectos como la posibilidad de contar con los puentes de la Zona Norte y Sur. Y si hay que optar por uno de ellos, el de la Zona Norte-Las Abadías. Nos parece que la expansión real de la ciudad en los próximos años va a llegar por ahí», ha expresado Ángel de las Heras, concejal de Por Mérida.
Mientras, Santiago Amaro, portavoz del PP, se ha mostrado preocupado por el acceso a la vivienda y los costes para los ciudadanos y ha abogado por una fase de alegaciones «constructiva que sirva para mejorar el Plan». También ha insistido en la necesidad de que se contemplen la posibilidad de los dos puentes nuevos.
Solo Marta Gervasia Garrido, portavoz de Vox, ha mostrado la postura más discordante sobre el trabajo urbanístico contemplado en el nuevo Plan. Dice que su grupo lo rechaza porque es muy restrictivo y no ofrece soluciones frente a la «escasez de vivienda. Hay que ampliar la oferta de suelo y hay que abaratarlo porque es la única manera de que la gente tenga más fácil comprar o alquilar una vivienda».
El Pleno ha comenzado con un minuto de silencio por la muerte del expresidente Guillermo Fernández Vara y con las cuatro banderas situadas en el salón de plenos con crespones negros.