Los empresarios respaldan el proyecto de la azucarera

El primer edil Antonio Rodríguez Osuna convocó ayer a la Plataforma de empresarios de la ciudad a un encuentro a puerta cerrada. Asistieron además representantes de todos los partidos políticos que forman parte de la corporación municipal y los asesores del grupo árabe Al-Khaleej Sugar. El objetivo no era otro que valorar las condiciones que la empresa multinacional ha puesto sobre la mesa del Consistorio para instalar la fábrica de la azucarera en la capital autonómica y que los implicados en dicho encuentro formalizaran su postura. Entre los requisitos se encuentran una reducción del 95% en el pago de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de Actividades Económicas (IAE) durante siete años. También la exención del pago de la tasa de otorgamiento de licencia urbanística, aunque está petición ha sido denegada por estar en contra de la normativa vigente.

Los representantes de la Asociación de Empresarios de Mérida y Comarca (AEME) destacaron tras el encuentro que no pueden más que apoyar el proyecto por lo beneficioso que resultaría para la ciudad, y por ende para la región. «Es uno de los trenes que pasan por aquí y nos tenemos que montar aunque sea en marcha. Todos deberíamos apoyar este proyecto y no poner piedras en el camino», indicó Juan José Hernández, asesor de AEME.

Entre las ventajas que van de la mano de la ubicación de la fábrica en la capital autonómica, para los empresarios la más llamativa es la creación de empleo. De forma directa, según la empresa, se traduciría en más de 200 puestos de trabajos y cerca de 2.200 indirectos entre agrarios y negocios auxiliares. También derivaría en la industrialización de la provincia.

El empresario también valoró el empuje que supondría para el sector agrario. «La intención que tienen es transformar 36.000 hectáreas de regadío de cultivos económicamente poco rentables en otros que sí lo son como la remolacha», subrayó. Lo que asegura además un cambio de cultivo cada tres años, que podría alternarse con plantaciones de tomate y maíz. Al igual que podría resultar una solución para zonas como las Vegas de Alagón en las que ya no se permite la plantación de tabaco.

«Cuando se genera actividad económica, se aumenta la recaudación de impuestos. Además la empresa puede ser una atracción para futuras inversiones de negocios que requieran como materia prima el azúcar y le sea rentable establecerse junto a la fábrica para ahorrar costes en transporte», recalcó Hernández, y señaló como posibles Coca Cola y Nestlé. El empresario adelantó que en el informe que ha entregado la empresa se estima que saldrán de la fábrica 1.200 trailers por día, o lo que es lo mismo, un trailer por minuto en 24 horas. «Hay que luchar por esto como sea», subrayó Jorge Gruart, presidente de la asociación. «Sería un giro de 180 grados para la ciudad. La generación de riqueza podría ser equiparable a la de la Mérida de los años 50», apuntó Hernández.

Antes de mantener la reunión con AEME y los asesores de la multinacional, el alcalde ya contaba con el respaldo del PP para modificar la ordenanza fiscal y eximir del 95 % de los impuestos municipales a la empresa. Apoyo que resultó de la junta de portavoces extraordinaria convocada dos horas antes que con los empresarios y representantes de la azucarera. «Habrá que hacer esfuerzos, pero lo que no podemos permitirnos es que se vaya a otro país o a otra ciudad española, como ya ha pasado antes», explicó el portavoz popular Pedro Acedo.

Aun así, la voluntad por facilitar la ubicación de la fábrica en Expacio Mérida chocó de frente con la opinión de algunos portavoces con respecto a la bonificación fiscal. Álvaro Vázquez, de IU, destacó que dadas las dimensiones que tiene el proyecto debería haberse negociado más y planteó al edil que se aceptara el 95 por ciento de exenciones en dos años, y los cinco siguiente subieran al 50 por ciento. Ramón Carbonell, de Podemos Mérida, subrayó que «es cierto que hay que facilitar la llegada de industria, pero no a cualquier precio. Deberíamos negociar de otra manera y apretar un poco más a la empresa». Osuna explicó que ya planteó a la azucarera una exención fiscal menor sin éxito. Por lo que acepta la solicitud de la multinacional sin alegaciones.