La mujer denunciada por agredir a una enfermera: «Me dijo que me fuera a otro centro de Salud»

Una enfermera y una doctora del Centro de Salud Urbano II de Mérida denunciaron una agresión este miércoles cuando se encontraban trabajando. Las sanitarias estaban de guardia en el Punto de Atención Continuada cuando una mujer, que se presentó con su hijo pequeño, acabó protagonizando una agresión. Propinó una bofetada a la enfermera y, según datos aportados por CSIF Extremadura, profirió ataques verbales y amenazas.

La mujer denunciada por esta agresión es Tamara, una vecina de Mérida de 27 años. Cuenta a este diario que su hijo se cayó cuando lo llevaba caminando de la mano, muy cerca de los juzgados de Mérida. El pequeño sufrió un golpe en la cabeza, y se le abrió una herida en la ceja que sangraba de forma abundante. Al verla muy nerviosa, una conocida que pasaba por allí en coche le ofreció acercarla al centro de salud, que estaba muy cerca. «Al llegar, le dije al administrativo de la ventanilla que, aunque no era mi centro de salud, que por favor atendieran a mi hijo, que venía sangrando y medio mareado, que lo valoraran y, si era necesario, luego yo me lo llevaba a mi centro de salud o al hospital».

Un momento después, según el relato de esta mujer, la enfermera se acercó y le dijo: «No te voy a atender porque no es tu centro de salud. Tu hijo no se va a morir». Una afirmación ante la que Tamara siguió insistiendo en su ruego. «Vi que ella se me acercaba y creía que me iba a hacer algo, le dije que no se acercara tanto a mí y a mi hijo, y en ese momento otras personas que estaban esperando se aproximaron a nosotras como para separarnos... En ese momento mi reacción fue darle con la palma de la mano».

Tras el altercado, desde el PAC se alertó a las fuerzas de seguridad, y las profesionales sanitarias presentaron una denuncia ante la Policía Nacional. Indica Tamara que ella también ha denunciado este caso. En su caso, alega omisión del deber de socorro -al no haber recibido atención médica- y discriminación, porque la abuela de su hijo, que también se personó en el centro de salud, es gitana. «Me sentí muy discriminada, desplazada. Soy igual que tú, que cualquier persona. Estaba muy ofendida por el trato que recibió mi nieto», afirma Juani, abuela del bebé.

El área de salud de Mérida indica que ha puesto a su disposición de las sanitarias «un profesional guía de referencia para asesoramiento jurídico y psicológico, además del acompañamiento de cualquier otra índole que precisen», indica la consejería de Salud.

El Servicio Extremeño de Salud se opone «rotundamente y condena» estos hechos acaecidos en Mérida, así como cualquier forma de agresión hacia los profesionales sanitarios.

En lo que va de año, la región ha registrado 74 agresiones a sanitarios en centros de salud y hospitales, teniendo en cuenta este último episodio en el Centro de Salud Urbano II de Mérida. De ellas, 17 fueron ataques físicos.

La anterior agresión también se sufrió en la capital extremeña. Ocurrió a principios de mayo en el centro de salud Urbano III, conocido como Obispo Paulo.

«CSIF Extremadura reitera su rotunda oposición a esta y a cualquier forma de agresión hacia los profesionales de ámbito sanitario y lamenta que, pese a los protocolos establecidos, se sigan produciendo este tipo de agresiones a sanitarios en su lugar de trabajo», recoge en el comunicado.

La organización sindical recalca que «ninguna agresión, ni física ni tampoco verbal puede estar justificada hacia los profesionales que nos cuidan» e insiste en la necesidad de que haya guardias de seguridad en los centros sanitarios y se definan los 'puntos calientes' con los lugares que presentan más incidencia de agresiones.

A su vez, hace un llamamiento a los usuarios para evitar estas situaciones.

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