La ciberseguridad gana peso en la formación del centro universitario de Mérida
El primer acto de la nueva cátedra será la jornada profesional sobre los riesgos de la huella digital en pequeñas empresas junto a Impulso
A. Gilgado
MÉRIDA.
Viernes, 10 de mayo 2024, 07:56
El Centro Universitario de Mérida participa en la cátedra de ciberseguridad de la Universidad. Sobre la mesa varias premisas. Difundir la cultura de la ... ciberseguridad en todos los tramos de edad entre las primeras. Desde los niños hasta los mayores. Y, por supuesto, estudiantes o profesionales vinculados a los grados tecnológicos que se imparten en el campus. Pedro José Pardo Fernández, el director del CUME, destaca también la promoción de la investigación. Por eso están ahora cerrando convenios con entidades. Ya tienen uno con la escuela municipal de jóvenes científicos. Impartirá extraescolares en primaria. Con los mayores, que acuden con frecuencia al CUME , ya han empezado a dar algunas materias, pero en el próximo curso tendrán más peso. Lo ven necesario porque es el grupo de población más desprotegido ante los mensajes engañosos por whatsapp o correos electrónicos.
En la línea de investigación, además de potenciar la base que ya hacen, esperan atraer talento. Habrá financiación para que investigadores de fuera se vengan a Mérida o para que antiguos alumnos que estudiaron en Mérida y emprendieron sus carrersas como investigadores en otras universidades se interesen ahora por continuar aquí. Hace un llamamiento el director a titulados de Mérida contratados en universidades europeas porque habrá financiación durante dos años para que puedan volver. «La financiación es bastante importante y tenemos un campo de actuación muy amplio».
El programa aún no se ha cerrado, pero la primera actuación será la coordinación de las jornadas de ciberseguridad para pymes el próximo jueves en el palacio de congresos. «La cátedra tiene que revertir en beneficios para las pequeñas empresas y los autónomos, que también sufren los ataques». De ahí la colaboración con la asociación empresarial Impulso, que engloba a muchos asociados en la ciudad. Víctor León, presidente de Impulso, sitúa el origen de esta colaboración en el mes de octubre pasado. Preguntaron a los empresarios por los temás que más le preocupaban. Y, sorprendentemente, explica León, salió ciberseguridad e inteligencia artificial como la principal. Por encima de cuestiones habituales como la financiación. Por eso plantearon una jornada de formación práctica en la ciudad con ponentes para que hablaran a los empresarios de los riesgos a los que se exponen. Estará, por ejemplo, Antonio Gil Moyano. Que hablará sobre las famosas cookies. Cree necesarios que los empresarios tengan claro dónde van los datos de la huella digital que dejan cuando operan en Internet. Los estafadores pueden emplear tácticas para engañar a los empleados de una empresa para obtener información confidencial y las pérdidas financieras pueden ser enormes por trasferencias bancarias fraudulentas. Antonio Gil Moyano fundó la empresa Sotfcom hace ya más de tres décadas y se dedica a asesorar a empresas de Europa y América Latina.
Con el parque y el nuevo laboratorio, Mérida aspira a crear un polo tecnológico en el Centro Universitario
Jorge Coronado, un forense informático que colabora habitualmente con la Policía Nacional, hablará sobre los secuestros virtuales de información. Habrá también una mesa redonda para abordar la protección legal de las empresas.
A medio plazo, la ciberseguridad ganará también volumen en los planes de estudio del centro universitario de Mérida. Pedro José Pardo explica que tanto en el título de informática como en el de telemática tienen asignaturas específicas. Se imparte desde hace tiempo. Pero para el próximo esperan ofertar también perfeccionamiento fuera del currículo del grado. Y entrarían aquí las opciones de formación para titulados en carreras tecnológicas que quieran actualizarse. «Nuestros estudiantes actuales ya reciben formación y queremos completarla a partir de septiembre». Y puede ser también un campo de emprendimiento tecnológico. En Impulso recuerdan que en España se demanda ahora más de 78.000 puestos de trabajos directos de este perfil, pero no se van a cubrir porque no hay profesionales. Hay mucha oferta de trabajo, pero poca demanda. Y en eso coincide con el director del CUME. Pardo destaca el volumen de ofertas de trabajo que reciben los ingenieros en formación que estudian en Mérida. La ventaja, por ejemplo, es que trabajan en nube o en remoto. Les contratan empresas de Suiza o Alemania, pero pueden optar porque quedarse en Mérida. «Lo ideal no es que trabajen desde aquí para empresas extranjeras, sino que trabajen aquí para empresas tecnológicas que se formen aquí. Pero están las dos opciones. Tanto el que quiere integrarse en una multinacional como el que decide apoyar una empresa de i+d local». De ahí las esperanzas que han puesto en el campus con el nuevo laboratorio de investigación sobre redes que están construyendo y la llegada del parque científico y tecnológico de la Junta a Mérida. «Se han alineado una serie de factores para crear un polo tecnológico y una pata importante puede ser la ciberseguridad».
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