El Ayuntamiento de Mérida pone en marcha la creación de la zona de bajas emisiones

El Consistorio sacó a concurso el pasado mes de abril el contrato para el suministro e implantación de zona de bajas emisiones de la ciudad y la transformación digital del transporte urbano. Contó con un presupuesto de 2,3 millones de euros y financiación europea a través de los fondos de recuperación. El plazo de ejecución es de seis meses, por lo que debería estar terminado en la primera mitad del próximo año.

Este contrato cuenta con tres lotes, uno para la creación de la zona de bajas emisiones (dotado con 1,6 millones de euros), otro para actuaciones complementarias, sensóricas y paneles informativos (por 400.000 euros) y el tercero para digitalización de marquesinas del autobús urbano (por 283.000). Los tres han sido adjudicados a la misma empresa, Innovaciones Tecnológicas del Sur (Innovasur), por cerca de 2,2 millones de euros. Esta compañía es la única que presentó ofertas al concurso.

Según indica el Gobierno local, una vez adjudicado el concurso ya se han iniciado las conversaciones con la empresa adjudicataria para empezar su ejecución. Al mismo tiempo, se está tramitando el contrato para la dirección de la obra.

El próximo paso será la firma del contrato para comenzar con el replanteo de la obra, tras lo que se podrá proceder al inicio de los trabajos de obra civil.

La Ley de cambio climático y transición energética establece que los municipios de más de 50.000 habitantes deben contar con planes de movilidad urbana sostenible que introduzcan medidas que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad de los vehículos de combustión, lo que incluye la creación de zonas de bajas emisiones y actuaciones como el fomento de sendas peatonales y ciclistas y la mejora del transporte urbano. Para ello, el Ministerio de Transportes convocó en 2021 ayudas para los municipios interesados con cargo a los fondos europeos de recuperación Next Generation.

El proyecto presentado por el Ayuntamiento de Mérida contempla la creación de la zona de bajas emisiones en el área comprendida por el perímetro que forman las calles Almendralejo, avenida de Extremadura, Rambla Santa Eulalia, José Ramón Mélida, Suárez Somonte, John Lennon, Plaza del Rastro, Puente y Morerías. Este espacio, en el que se implantarán restricciones fijas, abarca una superficie de 30 hectáreas. A esto se suma un área de 60 hectáreas para medidas temporales en caso de que se alcancen altos niveles de contaminación.

El diseño pretende que los vehiculos puedan circular sin acceder al interior de este espacio, con señalización adecuada para producir un guiado del tráfico que entra en la ciudad. Con ese fin, se instalaran cámaras de control de acceso con lectura de matrículas y se indicarán las entradas a la zona restringida. El proyecto recoge 61 cámaras instaladas en una treintena de puntos de la ciudad, conectadas mediante red de fibra óptica con la nueva Jefatura de la Policía Local en la calle Ronda de los Eméritos, donde se ubicará el puesto de control. También se incluyen paneles informativos, un velocímetro y un radar pedagógico.

El segundo lote consiste en la instalación de una red de comunicaciones para dar conectividad a los sensores medioambientales que controlarán la calidad del aire, así como al sistema de gestión de aparcamientos y localización de plazas libres, a tres equipos de control de velocidad y ocho cinemómetros pedagógicos y a dos pantallas LED para avisos.

Por último, el tercer apartado del contrato abarca la digitalización del servicio de transporte urbano, con especial atención a las marquesinas de los autobuses para que tengan un diseño homogéneo y ofrezcan información al usuario sobre las correspondencias con otras líneas, el tiempo de espera, las condiciones atmosféricas, la ocupación y otra información que pueda ser de interés. Se instalarán once equipos de este tipo. Este lote también incluye sensores medioambientales, pantallas LED para avisos y cinemómetros.