«Cada año es más difícil ganar la tapa»

La propuesta ganadora es idea de Sara Benítez: carpachio de langostino con dos mejillones, uno en témpura y el otro al natural con crema de escabeche y huevo. Acompañados por gelatina de ajoblanco y en una cama guacame. Cocina de mucha elaboración para una tapa que se vende a seis euros. Ofrecen también para la ruta un solomillo de queso a la mantequilla con cerveza y finas hierbas. A cuatro euros. La rentabilidad, explica la cocinera, está al límite. No se hace para ganar dinero, más bien para que el público vaya pruebe las tapas y se conviertan ya en clientes habituales. «Tanto el mejillón como el solomillo van a empezar a subir de precios ya para la campaña de Navidad, pero vamos muy ajustados».

Confiesa con humildad Sara que no esperaba el primer premio. «Cada año es más difícil ganar la tapa. La gente se lo curra mucho. El nivel era muy alto y viendo luego lo que han hecho los compañeros todavía más difícil».

Los clientes que la han pedido repiten con frecuencia la palabra sorpresa. «Sorprender es lo más difícil y lo hemos conseguido. A todos los cocineros nos gusta la palabra sorprender».

No es casualidad tampoco que este concurso y la ruta que pueden hacer los clientes de los catorce bares se haya programado en noviembre. Es temporada baja en la hostelería local y hay que buscar un aliciente para mantener el público. «Funciona, la gente participa mucho y vienen a probar lo que hemos hecho, tanto la gourmet como la de la ruta y no solo van a las ganadoras. A las de tercero, cuarto o quinto también van porque hay interés».

Es asidua a los concursos de la Escuela de Hostelería Sara por el ambiente de compañerismo. Muy alejado de la competitividad que se fomenta en otros eventos gastronómicos. «Allí nos ayudamos todos, si hay que dejar algún ingrediente a un compañero se lo dejas y nos pedimos opinión cuando vamos a presentar». La suya, por ejemplo, lleva un emplatado complejo y sabía precisamente del riesgo de no presentarla bien.

Ahora toca ver si el público coincide con el jurado. Tienen los catorce bares dos propuestas diferentes. Una gourmet y otra a un precio más económico. El delegado de Turismo, Felipe González, agradece que los bares y restaurantes que se sumaron al concurso y a la ruta no hayan subido los precios. «Sabemos perfectamente el esfuerzo que hacen porque son tapas que van muy al límite de la rentabilidad».

Cree el delegado que los hosteleros de la ciudad han entendido la campaña de promoción y de difusión que reciben a cambio. «Es una buena forma de demostrar la variedad y la capacidad de innovar que hay en la hostelería de la ciudad». Hasta el 26 de noviembre se puede hacer la ruta. Los clientes que sellen tres bares entran luego en sorteos de premios.