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Una patrullera de la Guardia Revolucionaria iraní rodea el 'Stena Impero', petrolero con bandera británica anclado cerca del puerto de Bandar Abbas. EFE

La revancha iraní en Ormuz pone a prueba la ambición global del 'brexit'

Sin opciones militares realistas para rescatar el 'Stena Impero', Londres espera la diplomacia de Boris Johnson y Trump

Íñigo gurruchaga

Corresponsal. Londres

Domingo, 21 de julio 2019, 16:17

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La captura el viernes por unidades de la Guardia Revolucionaria iraní del petrolero sueco 'Stena Impero', navegando con bandera británica, crea una situación crítica para la diplomacia de Reino Unido, en un momento delicado de transición entre ejecutivos, y compleja por la madeja de relaciones comerciales y entre gobiernos del mundo. Y reaviva también un debate sobre la proyección del poder militar británico.

El secretario de Estado de Defensa, Tobias Ellwood, afirmó este domingo en una entrevista que la Royal Navy no tiene la capacidad para proteger todos los intereses británicos en el mundo. Tampoco todos los buques que con su bandera transportan petróleo y gas desde los puertos del Golfo Pérsico. La captura ocurrió en el pasaje más angosto, el estrecho de Ormuz, en aguas de Omán, según los británicos, sin que la Inteligencia permitiera detectar el riesgo.

La reducción de la capacidad de la Royal Navy ha sido ilustrada por la responsable de asuntos internacionales en la televisión Sky News, Deborah Haynes. Cuando protegió el tráfico de los petroleros en el Pérsico durante la guerra entre Irán e Irak, en los años 80, desplegó 40 fragatas y una docena de destructores. Hoy cuenta con 13 fragatas y seis destructores, no todos ellos en condiciones de ser movilizados.

La única fragata presente en el Golfo, desde su puerto en Bahréin, la primera base naval británica construida, en 2018, al este del canal de Suez en cuatro décadas, es la fragata 'HMS Montrose', que mantuvo un diálogo por radio para impedir la captura del petrolero y que junto a cuatro dragaminas es la presencia permanente en la zona. Será reemplazada por el destructor 'HMS Duncan en septiembre'.

Críticas por pasividad

La opción militar para liberar el 'Stena Impero', anclado cerca del puerto iraní de Bandar Abbas, no forma parte de las consideraciones del Gobierno de Londres, que ha rechazado críticas a su pasividad por boca del ministro de Hacienda, Philip Hammond, que en la misma entrevista anunciaba su intención de dimitir en las próximas horas antes de que Boris Johnson sea nombrado como primer ministro. La jefa de Gobierno en ejercicio, Theresa May, no ha acudido a las reuniones del comité de emergencias.

La respuesta ha de ser diplomática y las limitaciones son obvias también en este campo. El origen de la crisis, según el profesor sir Lawrence Freedman y el historiador Michael Burleigh, se sitúa en el abandono unilateral por el Gobierno de EE UU del acuerdo sobre el uso de materiales nucleares por Irán, que Reino Unido, Francia y Alemania, entre otros, aún respaldan.

Burleigh exige urgencia para desvelar quién en el Gobierno británico dio la orden de que los Royal Marines abordasen el petrolero iraní 'Grace I', detenido en Gibraltar el día 4, por decisión de Fabian Picardo, según afirma el ministro principal del Peñón sin convencer ni a Freedman ni a Burleigh. La justificación fue que estaría incumpliendo las sanciones de la Unión Europea contra Siria, supuesto destino de la carga.

Un intercambio de los petroleros detenidos es la solución preferida por los expertos, que añaden la necesidad de colaboración de los países asiáticos -China, Japón, India- cuyo abastecimiento de hidrocarburos depende fundamentalmente de los Estados del Golfo. Pero la diplomacia para evitar la escalada hacia el conflicto militar ha de tener en cuenta también la guerra en Yemen y la política de Trump.

Burleigh sugiere que el entendimiento con Irán requiere que Reino Unido devuelva los 450 millones de euros que el depuesto Shah pagó a los británicos por unos tanques que nunca fueron entregados tras el cambio de régimen en Irán, y espera que la diplomacia del senador republicano Rand Paul logre un acuerdo con Teherán para que las inspecciones sobre uso de materiales nucleares sean permanentes, como formas de resolver una situación que podría causar una recesión mundial por el aumento de los precios del petróleo y un conflicto militar internacional.

«Este es el resultado de la presión creciente de EE UU»

¿Qué medidas podría adoptar Reino Unido contra Irán en un momento en que Trump ya le ha prohibido exportar petróleo? «Despotricamos y deliramos y gritamos al embajador y esperamos que el problema desaparezca», declaró a Reuters el experto británico en defensa Tim Ripley. Teherán habría calibrado su objetivo para probar la respuesta de Londres sin provocar una gran crisis global, añadió. El 'Stena Impero' no lleva carga y ningún británico figura entre sus 23 tripulantes. Teherán contempla el incidente en el marco de su enfrentamiento con Trump. «Si los estadounidenses continúan con su embargo, no hay incentivo para que los iraníes dejen de apresar petroleros. ¿Qué tienen que perder? Este es el resultado de la presión creciente de EE UU».

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