El fuego causa un muerto y arrasa más de 16.000 hectáreas en el sur de Francia

«Cada uno de nosotros debe actuar con la mayor prudencia posible y respetar las consignas de las autoridades», ha pedido el presidente francés, Emmanuel Macron, en un mensaje en la red social X. La única víctima mortal es una anciana a la que hallaron sin vida en su casa en la localidad de Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse, indicó por la mañana el subprefecto (equivalente del subdelegado del Gobierno) de Narbona, Rémi Recio, quien precisó que esa mujer «no quiso abandonar su domicilio». También hay otro habitante desaparecido y uno de los civiles heridos se encuentra en estado grave, aunque su vida ya no corre peligro. Además, siete bomberos han sufrido intoxicaciones.

El incendio ha dejado calcinados 25 hogares y una treintena de vehículos, además de provocar cortes de luz en miles de viviendas, según un balance provisional. La circulación en la A9 -una de las principales autopistas que conectan Francia con España- también ha sido cortada en el tramo entre Narbona y Perpiñán. El departamento (provincia) de Aude ya había sido uno de los más afectados por el fuego en julio, periodo en que estas catástrofes naturales resultaron constantes en el territorio galo, aunque con una ferocidad inferior que en España.

La Fiscalía de Carcasona ha abierto una investigación para determinar las causas del incendio. Estas se desconocen de manera oficial, a pesar de que algunos políticos locales lo han atribuido a una colilla mal apagada. Después de haber empezado el martes a las cuatro de la tarde, las llamas avanzaron con gran celeridad debido a las fuertes ráfagas de viento y la sequía en esa zona, una de las más afectadas por la escasez de lluvias en Francia. «Se trata de un siniestro excepcional» con una propagación de 5,5 kilómetros por hora, alertó Eric Brocardi, jefe de los bomberos, en declaraciones a la emisora de radio RTL. «La última vez que habíamos visto esa velocidad fue en 2003», añadió.

Pese al despliegue de 2.000 soldados del fuego, 500 vehículos y varias naves aéreas, los bomberos aún no han logrado detener el avance de las llamas. El primer ministro, François Bayrou, y el titular del Interior, Bruno Retailleau, se han desplazado a la zona afectada debido a la gravedad de la situación.