Polonia cierra su espacio aéreo a Bielorrusia y Ucrania para blindarse ante los drones rusos
Nawrocki cree que Moscú usó la pasada incursión para testar la defensa del país y los expertos añaden que logró datos sobre el 'escudo' de la OTAN
Miguel Pérez
Miércoles, 10 de septiembre 2025
Las primeras decisiones de Varsovia después de la invasión de su territorio por una veintena de drones que supuestamente pretendían golpear sobre Ucrania han sido ... inmediatas. A la invocación del artículo 4 de la OTAN que impele a todos los aliados a analizar el grado de amenaza rusa sobre el país, se añade desde este jueves la instauración de un escudo aéreo en el flanco este. Varsovia cerró por aire su frontera con Bielorrusia y Ucrania a todos los vuelos, salvo los de la OTAN, aquellos de cooperación con Kiev o los de carácter excepcional.
Y no solo eso. El Gobierno ha clausurado temporalmente los pasos terrestres con el territorio bielorruso donde este viernes comienzan unos ejercicios militares combinados con el ejército ruso. El simulacro se prolongará hasta el martes e incluirá ensayos de guerra con misiles de largo alcance y nucleares (sin ojiva, claro). La campaña estaba programada desde hace semanas y ha causado extrañeza que justo dos días antes se produjera el incidente con los diecinueve drones rusos que entraron en Polonia. Lituania ha enviado militares de refuerzo para su propia frontera.
Nada de esto ha satisfecho al presidente bielorruso. Alexander Lukashenko mostró este jueves su disgusto después de que su ejército alertara al polaco en la madrugada del miércoles del trayecto errático de un grupo de drones lanzado por la artillería rusa contra su vecino e invadido país. Para Lukashenko, fiel aliado de Vladímir Putin, el contragolpe orquestado por Varsovia y la OTAN con aviones de combate multinacionales solo tuvo una definición: se comportaron «como salvajes».
La zona de exclusión aérea entró en vigor a las pasadas 22.00 horas y se prolongará al menos hasta el 9 de diciembre. Prohíbe el tráfico civil y todo vuelo de drones. Polonia quiere así mantener un control absoluto de los cielos y aumentar la protección de su territorio ante la eventualidad de que puedan producirse nuevos incidentes graves con Moscú.
Las autoridades como parecía evidente, no dejarán volar ningún tipo de dron en un corredor que discurre paralelo a la frontera con Ucrania y Bielorrusia. Las únicas autorizadas para utilizarlo serán las aeronaves militares de la Alianza Atlántica y las misiones con Ucrania, como las de suministro de arsenales occidentales, ayuda humanitaria y material médico.
La cifra
19 drones rusos
cruzaron el espacio aéreo polaco y cuatro fueron derribados.
La Agencia Polaca de Servicios de Navegación Aérea (PANSA) anunció severas limitaciones para cualquier otro vuelo excepcional. Los pilotos en este caso deberán detallar su plan de vuelo, mantenerse a la vista de los radares constantemente y permanecer bajo el escrutinio de los operadores polacos tanto por radio como mediante sus traspondedores.
Los rusos no podrán sobrevolar el país. Polonia no es su ruta desde que les fueron impuestas las sanciones internacionales, pero suelen tratar de engañar al veto viajando en compañías de otras nacionalidades. Desde el inicio de la guerra, el ttráfico entre Moscú, Túnez, Turquía, Serbia y los Emiratos Árabes Unidos ha aumentado. Los multimillonarios invierten en propiedades en Oriente Medio escapando de su país y de la lupa de la comunidad internacional. Como anécdota, un avión comercial ruso realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Varsovia el miércoles tras sufrir una despresurización en pleno vuelo.
Algunos estrategas creen que el Kremlin ha logrado información relevante sobre la efectividad defensiva de los aliados
Clausurados los pasos terrestres con Bielorrusia, que hoy inicia unas maniobras con Rusia
Polonia vive la resaca del primer combate de la OTAN en la guerra de Ucrania con múltiples sentimientos. El enfado, la inquietud y un indudable orgullo nacional. El presidente, Karol Nawrocki, visitó las 31.ª y 32.ª bases aéreas tácticas en Poznań-Krzesiny y Łask, donde también se desplazó el primer ministro, Donald Tusk. Los dos elogiaron a las tropas. De allí despegaron las naves que se enfrentaron a los drones intrusos. El jefe del Estado les comentó que «diecinueve aparatos son muchos» para suponer un error y añadió: «Quiero enviar un mensaje a la Federación Rusa y a Vladimir Putin. Polonia no se dejará intimidar por sus drones».
«Es difícil ser optimista»
Nawrocki apostó porque el episodio de la madrugada anterior fue una maniobra del Kremlin para poner a prueba la reacción de Polonia y la Alianza Atlántica. «Hemos superado todas estas pruebas: la prueba política, la prueba de la Alianza y la prueba militar», subrayó.
Más tarde, en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional, el presidente elogió la «unidad» mostrada por todos los partidos nacionales ante esta crisis. Por su parte, el primer ministro sostuvo que «el Estado, y en especial las fuerzas armadas, están superando esta difícil prueba. Es difícil ser demasiado optimista sobre el futuro. Sin embargo, gracias a estos esfuerzos, los polacos pueden sentirse lo más seguros posible en estos tiempos difíciles -apostilló Donald Tusk-. Éramos, y seguimos siendo, plenamente conscientes de que, como parte de la OTAN, compartimos la responsabilidad de mantener la paz».
La sensación de que el Kremlin quiso testar las defensas atlánticas crece en la comunidad internacional. Los restos recogidos sobre el terreno demuestran que los drones intrusos pertenecían a la clase Garbera, que el ejército ruso utiliza como señuelo o para reconocimientos desde el aire. Los cazas europeos derribaron cuatro que, según revelaba el diario alemán 'Der Spiegel', se hallaban en ruta hacia el centro logístico de Rzeszów, un complejo donde se recibe gran parte de las armas occidentales que luego se envían a Ucrania. El resto cayeron averiados o sin combustible en zonas rurales de Łódź, Oleśno, Varmia, Masuria, Lublin, Świętokrzyskie y Mazovia.
La larga distancia recorrida y el fallo masivo y simultáneo de los aparatos sorprende a los militares. Expertos en estrategia están convencidos de que Moscú ha sido una especie de espectador de lujo sobre las defensas de la OTAN y recabado información de Inteligencia muy relevante sobre la rapidez, coordinación y preparación de las tropas multilaterales en situación de combate. La Alianza ha abierto una investigación que planeará en las consultas entre los aliados establecidas por el artículo 4. El secretario general de esta organización, Mark Rutte, sin embargo, cree que lo verdaderamente «peligroso» es que Rusia se muestra «absolutamente imprudente» y puede derivar en el caos.
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