Ana Morgade, acosada y amenazada por un seguidor de Almendralejo en Donostia
La Audiencia de Navarra ha dictado una pena para un vecino de Almendralejo de seis meses de prisión y una multa de 3.600 euros por esos delitos
El DIArio Vasco
Lunes, 18 de abril 2022, 11:10
La Audiencia de Navarra ha condenado a un vecino de Almendralejo a seis meses de prisión y a una multa de 3.600 euros por amenazar en redes y acosar con insistencia, incluso presencialmente, a la actriz cómica Ana Morgade.
La también presentadora denunció el caso en la comisaría de la Policía Nacional en Pamplona en septiembre de 2019, ya que el ahora condenado le persiguió hasta el hotel Tres Reyes después de actuar en la obra de teatro 'Conductas alteradas' en el teatro Gayarre. Fue el último episodio que sufrió Ana Morgade, antes fue víctima de varios actos de acoso por redes sociales. Incluso le envió regalos.
Un desagradable episodio para la actriz tuvo lugar en Donostia, donde se encontraba dentro de la gira teatral anterior. El condenado le volvió a enviar flores con una tarjeta que decía: «¿Tomamos algo?» y la esperó a la salida del teatro antes y después de la función. La sentencia subraya que este comportamiento empezó a inquietar a la actriz, que incluso pidió a su esposo que la acompañara.
La Sección Primera de la Audiencia de Navarra juzgó el caso y rebajó la condena que le había impuesto al procesado el Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona, que le condenó a otros 9 meses de cárcel por el delito de acoso, pero la Audiencia consideró que correspondía la citada multa por «ser menos gravosa para el acusado». El fallo judicial conocido ahora es firme e impone, además, cinco años de alejamiento a una distancia de 300 metros y la prohibición de comunicarse durante ese plazo de tiempo con la presentadora y actriz.
El tribunal señala en su sentencia que «dada la insistencia y reiteración del acoso realizado por el acusado se alteró gravemente el desarrollo de la vida cotidiana con desasosiego de la víctima, como consecuencia de esa actuación insistente e intimidatoria del procesado que le llevó incluso a tener que cambiar de domicilio y ocultarlo. El acusado consiguió su cercanía física, le contactó a través de los medios de comunicación de forma reiterada, con contenidos amenazantes o humillantes, no propios de un fan o seguidor de un artista al que se admira».
El fallo judicial recalca, además, que Ana Morgade y su pareja cambiaron incluso su domicilio habitual, llevando una vida social limitada a lo imprescindible, restringiendo en especial sus publicaciones en redes sociales y mostrándose sumamente cautelosos a proporcionar datos que pudieran facilitar su localización.