Vuelta a la rutina en hoteles y comercios tras la cancelación de reservas y cierres por el apagón
Las tiendas que no bajaron la persiana vendieron más que en un día habitual ante el temor de la gente de que el apagón se alargara
El día después del gran apagón, Extremadura amaneció con los hoteles y el comercio recuperando poco a poco la normalidad. En los alojamientos pudieron contactar con los clientes que no hicieron uso de sus reservas y les fue imposible avisar debido a los fallos en las telecomunicaciones, y los comerciantes subieron la persiana tras una jornada con gente comprando en pasillos a oscuras y vaciando las estanterías de pilas, velas, baterías y transistores.
Además, en Badajoz este martes hubo mercadillo y eso evidenció que la vuelta a la normalidad había llegado. La mayoría de tenderos que vocearon sus ofertas pasaron el lunes en Don Benito, donde apenas notaron el apagón, primero porque fue a las 12.33 horas cuando ya está declinando la jornada para ellos, pero sobre todo porque no dependen de la electricidad.
«El lunes nos vimos aislados y necesitamos el cariño, que lo hay en los mercadillos porque es el único de venta segura porque no dependemos de la luz. La gente quería verse, por eso tenemos los puestos llenos y se está vendiendo más que un martes normal», decía Julián Cruz, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes de Extremadura.
El día del apagón, tanto en Badajoz como en Cáceres, cerraron algunos supermercados y comercios por no poder dar servicio debido a los problemas informáticos. Sin embargo, las tiendas de pequeños comerciantes y bares se mantuvieron abiertos y eso lo premiaron lo clientes.
«La carne la metí en los camiones refrigerados que tengo porque la luz en la tienda estuvo todo el día sin funcionar. No cerré porque estaba viniendo mucha gente a comprar, sobre todo agua. Este martes ya estaba todo como cualquier día», contaba el dueño de la tienda de alimentación Saborex, en Cáceres.
En Las Palmeras, el conocido bar de Antonio Domínguez en Badajoz, los vecinos se reunieron como punto de encuentro de la zona. Pudieron hacer la comida usando el gas e iluminando con el móvil. Así dieron de comer a vecinos que no tenían productos en casa. Luego la tarde fue para las cervezas y alguna copa.
Mientras muchos pacenses apostaron por los bares, otros compraron y se fueron a casa o a los parques. Lo vivió en primera persona Antonio Dávila, de la tienda de conveniencia Neco, que ayer estaba reponiendo mercancía porque el lunes arrasaron con lo que había.
Este comerciante, que lleva más de 20 años en su tienda, no recuerda algo así. Duplicó sus ventas y dice que no vendió más porque no tenía. «Las neveras aguantaron lo que aguantaron y con los congeladores no hubo problema. Yo no tuve pérdida en ese sentido. La pena es no haber tenido más cosas porque la gente te pedía, incluso yo abrí por la tarde y la gente quería agua, pan, radio, pilas, de todo», comentaba.
En los hoteles el teléfono no paró de sonar ayer. «Ha habido viajeros que no han podido llegar. Nos han cancelado unos 30», aseguraban en la recepción del V Centenario en la mañana de este martes, ya con todo el suministro restablecido y sin cortes de conexión a Internet.
Hay que tener en cuenta que, precisamente la zona de Los Castellanos en la capital cacereña, donde se ubica dicho hotel, fue una de las que más tarde contó con suministro.
Viajeros sin gasolina
A los viajeros que no pudieron llegar a las ciudades extremeñas, se suman los que tuvieron que parar en las capitales de la región porque no tenían forma de continuar su camino. «Hay al menos cinco clientes que han tenido que hacer noche en el hotel porque no les quedaba gasolina en sus vehículos», apuntan desde el V Centenario.
«Fue un día muy complicado. Hubo seis viajeros que no se presentaron y tampoco pudimos recibir ninguna comunicación o mensaje de ellos. Ahora nos están llegando los correos electrónicos informando de la situación», aseguraba Esther Silvero, directora del Hotel Río de Badajoz en la mañana de ayer. «Obviamente entendemos la situación y no se les va a cobrar ninguna cantidad económica», afirmaba.
«También ha habido gente que no ha podido coger el autobús, los trenes o que no ha podido continuar porque no disponía de suficiente gasolina. Al final el hotel, entre las cancelaciones y las nuevas entradas ha tenido una ocupación similar a la prevista», añadía Silvero.
De hecho, en las noche del lunes al martes, la estación de tren de la capital autonómica permaneció abierta para que las personas que tenían viaje previsto pudieran pernoctar si lo necesitaban. Adif puso a disposición de los viajeros más de una treintena de estaciones en el país.