«Estuve viviendo solo, pero ahora estoy en el paro y he vuelto con mis padres»
Juanjo Bejarano cobra 514 euros al mes, pero en junio finalizará su prestación; mientras busca trabajo se está preparando las oposiciones para ser maestro
Juan José es uno de esos jóvenes extremeños que en los últimos años se ha topado con dos crisis, la económica y la pandemia. Tiene ... 31 años y se graduó en Magisterio, pero nunca ha ejercido de lo que estudió. En ocasiones, ha estado a punto de tirar la toalla, pero ha optado por seguir adelante. Quiere ser maestro de Educación Física.
«Terminé la carrera en 2016, me presenté a las oposiciones en Madrid y luego dos veces en Extremadura. Siempre he aprobado, pero no me han llamado de la lista de interinos», explica.
Ahora está cerca de que eso pase, pero no lanza campanas al vuelo. «Si hay menos niños, hay menos profesores y por tanto menos trabajo. En mi caso no tengo hijos por falta de estabilidad laboral», reconoce este joven que vive con su padres.
Él ya intentó independizarse. Sin embargo, la situación económica le obligó a regresar. «Estuve un año viviendo solo, pero ahora estoy en paro y he tenido que volver a casa de mis padres».
También compartió piso con otros jóvenes cuando se percató de que las cuentas para llegar a fin de mes no salían. «Estuve viviendo seis meses solo y otros seis compartiendo piso. Cuando vivía solo pagaba 380 euros al mes. A eso había que sumar la compra , la luz y los gastos. Era imposible, así que a los seis meses tuve que empezar a compartir piso con dos personas. En ese caso pagaba 166 euros, pero luego los compañeros dejaron el piso», relata Juanjo.
Trabajos y sueldos
Lo máximo que ha cobrado son 1.050 euros netos al mes en un supermercado a jornada completa. También ha trabajado en varios restaurantes de comida rápida. «En algunos cobraba por horas y en otros no pasaba de los 670 euros por 25 horas semanales y con muchos cambios de entrada y salida, a la expectativa de si había clientes o no», detalla antes de reconocer que volver a casa de sus padres no es fácil.
«Aunque me llevo muy bien con ellos, no es lo mismo tener tu espacio, tus horarios y tu estilo de vida que depender de los demás», cuenta Juanjo, que ahora busca trabajo y estudia las oposiciones.
Dice que lo más complicado es afrontar la incertidumbre. Cobra 514 euros al mes, pero en junio finaliza la prestación. Ese mes se presentará por cuarta vez a las oposiciones para lograr su sueño de ser maestro.
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