Vicente, el vecino de Hinojal que mató el alguacil, apareció con una cuerda negra que daba tres vueltas a su cuello

El hombre de 79 años que desapareció el 22 de enero de 2024 fue encontrado en la dehesa boyal de Hinojal después de que el alguacil, José María Lindo, llevara a los agentes de la Guardia Civil hasta el punto exacto en el que estaba el cuerpo.

Los agentes dieron con él el 8 de marzo de 2024 y la autopsia ha tardado más de doce meses en llegar ante el avanzado estado de descomposición en el que se encontraba el cadáver. El informe detalla que Vicente tenía una fractura del hueso hioides, ubicado en la parte superior del cuello que actúa como soporte estructural para la lengua y como punto de anclaje para los músculos involucrados en la deglución, la fonación y la respiración.

Hay que recordar que el cadáver de Vicente fue encontrado en una zona denominada Arroyo del Fresno, próxima a la charca La Vaquera y a apenas dos kilómetros de Hinojal. Se trata de un campo al que se accede por un pequeño camino ubicado a la izquierda de la carreta EX-373 en dirección a Talaván.

El alguacil del pueblo, que trabajaba en el Ayuntamiento desde hace más de tres décadas e incluso participó en las batidas de búsqueda, confesó que le mató y el Juzgado de Instrucción Número 3, que sigue la causa y aún no hay fecha de juicio, solicitó para él su ingreso en prisión provisional sin fianza por los presuntos delitos de homicidio, robo con violencia y estafa. Por su parte, la Fiscalía de Cáceres ve un delito de asesinato en la muerte de Vicente Sánchez Rivero, al considerar que Lindo actuó con alevosía.

El que fuera alguacil de Hinojal continúa en la cárcel de Cáceres y está trabajando en el 'call center' de la prisión. Durante las primeras semanas se activó para él el protocolo antisuicidio y estuvo acompañado en todo momento por un interno preparado para estos casos, algo habitual cuando las personas entran por primera vez en un centro penitenciario por supuestos delitos tan graves.

Hay que recordar que según la investigación de la Guardia Civil, el 22 de enero, Tente, como se le conocía en el pueblo, compró un billete de ida y vuelta de autobús a la capital cacereña, situada a 25 kilómetros, para extraer dinero de sus cuentas y en esa misma jornada tomó algo en una cafetería con José María Lindo.

Ese día Vicente sacó dinero del banco y el alguacil de Hinojal le robó 2.000 euros. Además, se apropió de su documentación personal y sus cartillas de ahorro y, tras estrangularle y ocultar el cuerpo, realizó diferentes operaciones bancarias, según el relato de los hechos publicado por la benemérita.

Durante el mes de búsqueda de Vicente, Hinojal, un pueblo tranquilo que no llega a los 400 habitantes, estuvo en el foco mediático. Las cámaras de televisión y la incertidumbre se apoderaron de sus calles, además de los rumores que sobre todo giraron en torno a la lotería de un millón de euros que, según las fuentes consultadas, le tocó a Vicente hace años.