«Es muy difícil que me defraude un viaje porque ya el hecho de viajar es una emoción»
Victoria Bazaga, presidenta de la Federación de Empresarios de Turismo Rural ·
-¿Cuál ha sido su viaje favorito? ¿Cuándo lo hizo?
-Un viaje por el Báltico en la época de las Noches Blancas. Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Rusia, Estonia. Fue en el verano de 2003, en el mes de junio.
- ¿Volvería allí o es de las que siempre buscan destinos nuevos?
-Volvería a todos los lugares que he visitado y buscaré sitios nuevos. Lo importante es viajar. Y siempre quedan cosas por ver y disfrutar. Repetiría sin duda.
-¿A quién le recomendaría este viaje?
-A cualquiera que quiera una experiencia en ciudades diferentes con la particularidad de vivir esos lugares durante 24 horas por la ausencia de la noche. Que tenga curiosidad por buscar un hilo conductor del viaje.
-¿A dónde le gustaría ir si pudiera?
-A Australia. Un largo viaje de dos meses, que es lo que me dicen los australianos que se alojan en nuestro hotel que se necesita para conocerla bien.
-¿Cuál es el sitio que más le ha impresionado?
-¡El último en el que haya estado! Pero si he de elegir uno, Cabo Norte. Es un sitio mágico, allí donde los vikingos pensaban que se acababa el mundo. El glaciar Oksfjord, el poblado de los 'samis' y sus rebaños de renos.
«Nunca faltan en mi maleta un cuaderno y rotuladores, porque me gusta dibujar y montar cuadernos de viaje»
- ¿Cuántos viajes suele hacer al año?
-En turismo decimos que trabajamos cuando los demás descansan, así que intento salir mínimo dos veces al año (invierno y verano), pero tengo la fortuna de hablar a diario con viajeros de todo el mundo y escuchar sus historias. Es una manera también de estar en contacto con los viajes.
-¿Cuál es el lugar más raro que ha visitado?
-Bialystok, al noreste de Polonia, cerca de Bielorrusia. Son muy llamativos los templos católicos, musulmanes y ortodoxos. Los bosques salvajes que la rodean, y sobre todo el parque nacional de Bialowieza, en la selva de Bialowieza, con sus impresionantes bisontes.
-¿Qué tipo de viajera es? ¿De las que planifica o de las que va a la aventura?
-Me gustan los viajes de aventura. Que me sorprendan. No suelo llevarlos muy preparados. Y como a muchos viajeros, me gusta ir a esos sitios que no aparecen en las guías.
-¿Y suele mirar comentarios sobre hoteles, restaurantes o destinos antes de reservar?
-Nunca. Soy del sector y he visto opiniones absolutamente diferentes de realidades idénticas. Es difícil que me deje influenciar. Si bien, sí consulto guías donde te aconsejen o comenten los mejores restaurantes o qué visitar, pero no opiniones en las diferentes redes sociales.
- ¿Qué tipo de viaje prefiere: los activos o los de relax?
-Me gusta interactuar con el lugar que visito, prefiero los viajes activos. Esos viajes que te den opción a crear la experiencia, aunque últimamente el estrés me va pidiendo hacer también alguno de relax. Pero un relax cargado de emociones.
-¿Mar, montaña o ciudad?
-Mar y montaña ¡pero con ciudad! Vivo en el campo, en un hotel rural, y disfruto a diario de la naturaleza. Me he acostumbrado a ella, pero necesito la ciudad y todo lo que te ofrece. El mar siempre es sugerente y, sobre todo, cuando los viajes los haces en barco.
-¿Low cost o lujo?
-El precio es el valor de las cosas, pago lo que hay que pagar.
- ¿Qué lugar visitó y quiso quedarse a vivir en él?
-Alguien dijo : «Hay lugares donde uno se queda y lugares que quedan en uno». Los sitios que se quedan en mí son Salzburgo, Venecia, Nueva York, Edimburgo... Todos tenían algo para quedarse a vivir. Pero aún queda mucho por ver.
-¿Qué viaje le ha defraudado y no recomendaría nunca?
-Es muy difícil que me defraude un viaje. Solo el hecho de viajar es ya una auténtica emoción. He aprendido a viajar y entender cada destino sin sesgos. Esto te hace disfrutar mucho más. Y cada persona disfruta a su manera del viaje, no es extrapolable la experiencia. Lo recomendable es viajar.
-¿Es la gastronomía una parte importante de su viaje?
-Muy importante, la disfruto y te hace conocer el lugar que visitas. La considero imprescindible. Y puede ser una razón de peso para la elección del lugar.
-¿Qué plato recuerda de su viaje favorito?
-Una sopa que nunca supe de qué estaba hecha en San Petesburgo, la vi servir y la pedí. Era extraordinariamente sabrosa y diferente a todo lo que había probado hasta entonces. También los quesos ahumados en Helsinki me parecieron exquisitos.
-¿Es de las que se atreve a probar de todo?
-«A donde fueres haz lo que vieres». Me atrevo, aunque no todo me gusta. Recuerdo que la ballena no me gustó nada. Pero había que probarla.
-¿Le gusta hacer fotos de sus viajes? ¿Es de las que les gusta compartirlas en las redes sociales?
-Hago fotos pero no es mi prioridad. Y las fotos que hago son de momentos más que de recursos turísticos. Fotos de las personas que viajamos. Y sobre las redes, soy tímida y no las utilizo a nivel personal.
-¿Qué es lo que no falta nunca en su maleta?
-Un cuaderno y rotuladores. Me gusta dibujar y montar cuadernos de viaje. Una tablet o, en su defecto, el móvil para consultas. Procuro llevar el equipaje justo y clave para estar cómoda.
-Y en la vuelta ¿es de las que siempre necesita más espacio por las cosas que ha comprado? ¿Suele traer souvenirs de recuerdo?
-Me gusta traer regalos a todos. Y es una parte importante de mis viajes, el ir eligiendo esos detalles. Es una forma de compartir la aventura.
-¿Qué es lo que llevará seguro en su próximo viaje?
-¡Mi persona favorita! Tan importante es el destino como el compañero de viaje. Lo demás es prescindible.
PERFIL
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Victoria Bazaga Empresaria de diferentes sectores en los que la mujer siempre ha estado en minoría, preside en la actualidad la Federación Extremeña de Empresarios de Turismo Rural. Comprometida con su entorno, fue presidenta del Club Rotary en Cáceres. Forma parte de los consejos de Caja Rural de Extremadura y del Económico y Social de Extremadura.