«Los viajes que me gustan son incómodos, llenos de incertidumbres y peligros»
José Trejo, aventurero y guía en el ártico ·
Fue a un resort de lujo en República Dominicana y por poco muere aterrado por el turismo enlatado que destilaba el complejo. Eso sí, cuando está en peligro su vida, allí donde la supervivencia es un reto, es feliz-¿Cuál ha sido su viaje favorito?
-Mis viajes favoritos, en plural, más bien han sido y siguen siendo lugares remotos donde la naturaleza intacta es la protagonista. Desde hace muchos años elegí desiertos, mares y sobre todo el Ártico. El Ártico se puede decir que me cambió la visión de la vida incluso. Por ello intento regresar una y otra vez
-¿Cuándo lo hizo?
-Mi primer contacto fue hace 15 años, cuando recorrí toda la costa este de Australia, pasando por el desierto rojo llamado 'outback', el páramo, traducido al castellano, soportamos temperaturas cercanas a los 50 grados. Son lugares extremos y remotos donde, a veces, nos ponen a prueba sacándonos de nuestra zona de confort. Luego vinieron las Rocosas canadienses, los Alpes meridionales de Nueva Zelanda, el casquete polar de Groenlandia, cruzar el Atlántico en velero, el mar de los Sargazos, el Triángulo de las Bermudas y un largo etcétera.
-¿Volvería allí o es de los que siempre buscan destinos nuevos?
-No me gusta coleccionar lugares y marcarlos en un mapamundi. Me gusta la sensación de proponerme un reto o tratar de cumplir un sueño y aprender de la experiencia. Más que visitar de paso un país, me gusta confundirme con su gente, su cultura, su paisaje, evitando el turismo de aglomeración. Me considero viajero en búsqueda.
-¿A quién le recomendaría este viaje?
-Este tipo de viajes son normalmente incómodos, llenos de incertidumbre y peligro, donde la capacidad de adaptarse a los inconvenientes es una de las principales características. Si aceptas el riesgo, obtendrás una aventura.
-¿A dónde le gustaría ir?
-Por supuesto a los dos Polos, atravesar el paso del noroeste por el Ártico canadiense y, cómo no, en busca del río Padre, las fuentes del Auyan Tepui, donde Jimmie Angel vio desde su avioneta por primera vez la cascada de agua más alta de la Tierra, el salto Ángel, donde todo aventurero que se precie debe ir una vez en la vida. O seguir los pasos del leopardo de las nieves. En fin, no son destinos sino buscar respuestas allá donde viajes.
-¿Cuál es el sitio que más le ha impresionado?
-Todos ellos me han impresionado de una u otra forma, el color azul de las Blue Mountains (Australia) del gas que desprendían sus enormes bosques de eucaliptos. El verde esmeralda de los ríos de la selva, el color del jade recién pulido por un maorí, la primera vez que emergió del agua un ornitorrinco. Mi primera ballena, escuchar el sonido del iceberg al caer del frente glaciar, el azul cobalto del hielo de 3.000 años que, capa tras capa, ha ido comprimiéndose hasta endurecerse como el acero. Las auroras boreales navegando tantas noches gélidas entre enormes montañas de fiordo. El sol de media noche y su resplandor sobre la nubes de colores violeta. El plancton fosforescente que rodeaba el barco una noche de guardia en alta mar en el Triángulo de las Bermudas. Ver saltar los peces voladores sobre la superficie. Compartir un pedazo de pan y un té con un inuit en su cabaña y escuchar sus leyendas, y un largo etc.
-¿Cuántos viajes suele hacer al año?
-Suelo viajar como tres meses al año, normalmente a dos o tres lugares diferentes.
Mis viajes comienzan a partir de una emoción y no me gusta que me lleven de la mano ni los 'enlatados'
-¿Cuál es el lugar más raro que ha visitado?
-El bosque de helechos arborescentes cerca del glaciar Fox. Parecía que en cualquier momento iba a aparecer un dinosaurio... Debajo del hielo de un glaciar, una inmensa bóveda de todas las tonalidades azules.
-¿Qué tipo de viajero es? ¿De los que planifica o de los que va a la aventura?
-Mis viajes siempre comienzan a partir de una emoción. Me explico: un relato que leí, un reto para probarme, un paisaje. Siempre depende de qué tipo de viaje haga, forma parte de una competición, una expedición, un reto. Todos ellos tienen una parte de planificación bastante exhaustiva y otra parte totalmente a la aventura y la improvisación. No me gustan que me lleven de la mano ni tampoco los viajes 'enlatados'.
-¿Y suele mirar comentarios sobre hoteles, restaurantes o destinos antes de reservar?
-No suelo mirar ese tipo de cosas. Me gusta dejarme llevar. A eso algunos le llamamos ir a la aventura.
-¿Qué tipo de viaje prefiere: los activos o los de relax?
-Siempre activos, no me gusta eso del relax...
-¿Mar, montaña o ciudad?
-Montaña, mar y aldea, por ese orden. Prefiero huir de las grandes urbes, lo auténtico se encuentra en pequeñas aldeas aisladas del turismo.
-¿Low cost o lujo?
- Pregunta interesante... por supuesto ahorro, así puedo regresar otras veces.
-¿Qué lugar visitó y quiso quedarse a vivir en él?
-Toowoomba (Australia), Whistler (Canadá) y Nanortalik (Groenlandia). En este último vivo casi tres meses al año.
-¿Qué viaje le ha defraudado y no recomendaría nunca?
-Por ejemplo, la península de Samaná, en la República Dominicana, donde estuvimos en un resort. Me parecen escenarios de cartón piedra muy alejados a la realidad del país. Fue el único y último al que iré.
-¿Es la gastronomía una parte importante de su viaje?
-¡Por supuesto! El olor y el sabor forman parte importante a cualquier lugar al que vayas.
-¿Qué plato recuerda de su viaje favorito?
-El sushi de un restaurante japonés en Boston. Fue la primera vez que lo probé. No puedo decir que me guste la comida groenlandesa, que es el lugar donde más veces he estado y donde actualmente me encuentro. Como comida exquisita, la cocina portuguesa.
-¿Es de los que se atreve a probar de todo?
-He comido hígado crudo y grasa de foca, 'matak', piel de ballena recién cazada, carne de foca fermentada tres meses en bolsa de plástico, 'ammasaq', peces secados al sol, y gusanos en la selva.
-¿Hace fotos de sus viajes?
-Sí, comprobé que utilizando aparatos baratos no llegaba a transmitir lo que quería plasmar, y por ello adquirí una cámara semiprofesional. Ahora soy un fotógrafo novato.
-¿Es de los que les gusta compartirlos en las redes sociales?
-Sí, me gusta compartirlas ya que en los lugares en los que me suelo embarcar suelen ser de difícil accesibilidad para el gran público.
-¿Qué es lo que no falta nunca en su maleta?
-Un mapa, una navaja, lápiz y libreta y una cámara de fotos.
-Y en la vuelta ¿es de los que siempre necesita más espacio?
- Hace mucho tiempo que no traigo souvenirs, quizás alguna piedra o algún pequeño detalle como regalo de alguien que conocí por el camino. Y como una tradición siempre traigo un par de imanes de esos que ponemos en las neveras.
-¿Qué es lo que llevará en su próximo viaje?
-La ilusión y el empuje suficiente para ir en búsqueda de nuevas aventuras.
PERFIL
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José Trejo Pacense de 49 años, inspector de motores que trabaja como civil en la Base de Talavera la Real entre aventura y aventura y continuos retos. Autor del blog 'Un Extremeño en el Ártico' en el diario HOY.