La Tierra es redonda, pero hay que demostrarlo

Esta primavera, en el Instituto de de Enseñanza Secundaria El Pomar, de Jerez de los caballeros, han jugado a ser Erastótenes. Esto significa, según el profesor que ha impulsado la idea, Jesús Manuel Carballar, meterse de lleno en las asignaturas de Matemáticas, Física, Geografía e Historia, ya que los alumnos se han sentido como aquel genio de Cirene que fue filósofo, geógrafo,matemático y bibliotecario en Alejandría. Tras muchas semanas de cálculos y compartir información, no solo han constatado que la Tierra no es plana y han hallado por sí mismos sus medidas, sino que han indagado sobre esta figura de la antigua Grecia para darle contexto a lo que el docente considera «uno de los experimentos más bellos de la historia y que ahora hemos usado como excusa para enseñar el método científico y crear una situación de aprendizaje de varias asignaturas en torno a una misma experiencia».

Las mediciones se hicieron el 20 de marzo (equinoccio, con el Sol justo encima del ecuador terrestre) y 21 en varios puntos del mundo y lo sorprendente, dice ahora que han concluido, es que los datos conseguidos se aproximan más de lo previsto a la realidad, de la que solo se han desviado nueve kilómetros en el radio ecuatorial de la Tierra, cuyo valor teórico es de 6.378 kilómetros, y 12 kilómetros en su radio polar, de 6.356 kilómetros. «Cuanto más disten los centros entre sí en latitud más precisa es la medida y lo que hemos comprobado es que la Tierra no es una esfera perfecta, pero tampoco es tan achatada como se dice».

Para poner en pie los cálculos de la manera más precisa posible han tenido que implicar a varios institutos del mundo alejados de Jerez de los Caballeros, como el vocational High School Francoise D'Assise, en Nueva Caledonia; el Colegio La Inmaculada, en Bahía Blanca, Argentina; el IES La Orotava-Manuel González Pérez, de Tenerife; así como dos colegios y cuatro institutos extremeños, además de El Pomar de Jerez de los Caballeros como promotor. Se trata del CEIP San Francisco de Asís de Fregenal de la Sierra, el nuestra Señora de Guadalupe de Segura de León; y los IES Carolina Coronado, de Almendralejo; Virgen de Gracia, de Oliva de la Frontera; IES Jaranda, de Jarandilla de la Vera; y el Ildefonso Serrano de Segura de León. Al final han participado más de 300 alumnos entre tercero de Primaria, primero de Bachillerato y Formación Profesional.

La experiencia fue publicada el mismo día de la medida en las redes sociales del Instituto de Astrofísica de Canarias.

Sobre la manera de poner en pie el experimento, el profesor Carballar explica que «han tenido que investigar sobre la figura de Eratóstenes realizando presentaciones y exponiéndolas al resto de compañeros en distintos idiomas (español, portugués, francés e inglés), investigando de este modo cómo consiguió medir las dimensiones terrestres».

También han realizado trabajos monográficos y han trazado la ruta en el Google Earth de la primera vuelta al mundo por Juan Sebastián el Cano, ya que esta travesía en barco se considera la demostración última de la esfericidad terrestre, completando así el trabajo de Eratóstenes.

Además, prosigue el profesor, «han tenido que manejar programas informáticos que simplifican el trabajo como Stellarium para la determinación del tramo horario en el que hacer la medida, el Google Earth para el cálculo de la longitud de arco entre los puntos de medición, elaborando videotutoriales». También se ha compartido una hoja de cálculo, con los datos que iban obteniendo todos los centros poder realizar el cálculo del radio terrestre.

Para coordinarse, el profesorado ha realizado videoconferencias, con la complejidad que conlleva el desfase horario, que en el caso de Nueva Caledonia y Argentina, por ejemplo, es de 15 horas.

Todo es una cuestión de medir sombras que evolucionan en un sentido u otro según el hemisferio, resume el profesor extremeño, quien lejos utilizar complicados instrumentos para medir la Tierra ha enseñado a sus alumnos a utilizar varillas verticales, llamados gnomons, y que son una simple varilla vertical perpendicular a la superficie terrestre, cuya prolongación pasa por el centro de la Tierra.

El experimento ha sido creado como Proyecto de Innovación dentro del Programa Innovated por el IES El Pomar de Jerez de los Caballeros y da continuidada otro proyecto del mismo centro –Aristarco–, sobre el primer intento medir la distancia de la Tierra al Sol, el cual fue distinguido con el XXVII Premio Joaquín Sama a la innovación educativa.

«Independientemente de lo precisa que llegara a ser la medida, lo más importante es que el alumnado haya disfrutado haciendo ciencia de una forma práctica», indica el profesor extremeño.