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La suerte está echada en Vegas Altas
Los alcaldes de Don Benito y Villanueva dan por clausurada la campaña en un clima favorable a la unión de ambos municipios, pero no definitivo, sobre todo en la localidad más grande
Posaron sobre el logotipo del 'yo sí me uno' con los pulgares hacia arriba, volvieron a explicar todas las ventajas de la unión y el ... momento histórico que supone este 20 de febrero de 2022 y despedirse con la sensación de que la suerte está echada. Fue salir del mercadillo de Villanueva de la Serena en la mañana su alcalde, Miguel Ángel Gallardo, y su homólogo de Don Benito, José Luis Quintana, cada uno en su propio coche, y dar por finalizada la campaña más importante de sus vidas, tal y como reconocieron ellos mismos una hora antes. Se acabaron las charlas en colegios, centros de mayores, empresas y programas nacionales de radio, el último de ellos anoche en el Teatro Imperial de Don Benito, donde Guillermo Fernández Vara los acompañó y le dijo a Aimar Bretos, que dirige Hora 25, que esta unión iba a ser «un zambombazo a la conciencia colectiva de un país». Lo dijo porque fuera de Extremadura están alucinando con que dos pueblos quieran unirse en vez de separarse.
Ocurre no obstante que ese ambiente tan favorable que acompaña a los políticos que impulsan esta fusión no es tan palpable a pie de calle y mucho menos en privado. La campaña está hecha y los dos alcaldes dieron por finalizada sus rondas evangelizadoras al salir del mercadillo.
No es que la de este sábado sea una jornada de reflexión como tal y la ley les impida seguir convenciendo a la gente, sino que tras unas semanas volcados en este proyecto, la tarde querían dedicarla a sus familias. Hasta el medio día han hecho una campaña lo más simétrica posible y donde iba un alcalde acudía el otro para que se visualizara el consenso, como de hecho hicieron en el mercadillo de Villanueva el lunes pasado, si bien a veces han realizado visitas por separado, pero con el único afán de llegar a más gente, explicaban durante su paseo entre los tenderetes.
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Ejemplo de unidad y consenso
Para proseguir concienciando a la población que este domingo está llamada a votar ya solo queda algún coche cuya megafonía animaba a favor de la unión y las pancartas dispersas por ambos pueblos con el logotipo del 'Yo sí me uno'. No se ve ni una sola vandalizada, como a veces ocurre en unas elecciones convencionales donde el adversario tiene cara, nombre y apellidos.
Al lado de uno de estos postes a favor del 'sí', justo en la calle más comercial de Don Benito, atestada de gente a la hora de las cañas, se ha dejado retratar esta mañana María San Martín con sus tres hijos, María, Blanca y Adrián. La madre dice que ella no es de Don Benito, pero lleva años viviendo aquí, está empadronada y votará por el 'sí'. Entre otras ventajas, cree que «esta fusión podría traer una universidad y esto serviría para que mis hijos a lo mejor no tengan que irse a estudiar fuera o para que tengan mejores oportunidades laborales».
También incondicional del 'sí' era María Gallardo (no es familia de alcalde, aclara), que mientras hacía la cola para hacerse con una sudadera, una bolsa y una libreta logotipada, de las que dentro de un siglo se expondrán en un museo dedicado al pasado de ambas poblaciones, decía que ella ya había votado. «Soy de Villanueva y me parece genial unirnos con Don Benito porque es bueno sumar. Hace tiempo que se tenía que haber hecho», razonaba. Y en su frase, que parece un lugar común extraído del eslogan, el cual tiene cruces que son signos de multiplicar o de sumar según las mires, está una de las claves. Y es que está muy extendido que los de Villanueva (25.800 habitantes) son más proclives a la fusión que los de Don Benito (37. 0000 habitantes). Con todo, la sensación que transmiten los más entusiastas es que ganará el sí por goleada y este ejemplo podría replicarse en otros lugares de España en poco tiempo.
Sí existe la oposición al 'sí'
De cara al 'sí' la unanimidad existe en cuanto a los grupos políticos representados en ambos Ayuntamientos. Pero entre los vecinos no está la cosa tan clara. No hay una oposición organizada desde que en septiembre se anunció la consulta de este domingo, pero casi. Está en un negocio de la avenida del Pilar de Don Benito que se resiste a que esta localidad se una a Villanueva de la Serena. 'Yiye' (Ildefonso) Álvarez es el ejemplo más evidente de esta contracorriente, un profesor que además tiene un bar para melómanos llamado 'Aint't Las Vegas' (No somos Las Vegas) con la taza de un váter fuera donde depositar figuradamente los votos, lo que da a entender de un rápido vistazo que se opone frontalmente a la fusión. De hecho, la palabra 'no' decora parte de la fachada y el interior. Ha repartido algunas octavillas explicando por qué es mejor seguir por separado y asegura que no está solo, aunque reconoce que sus 'performance' junto a un altavoz explicando las desventajas de la unión no son demasiado seguidas, cree que por miedo de mucha gente a ser señalada, «aunque algún aplauso me he llevado», afirmaba esta tarde.
A 'Yiye' no le cuadra el dinero gastado en la consulta, no le cuadra que se haga principalmente para conseguir más subvenciones, las cuales le espantan «porque nos dan fama de subsidiados», dice; no le cuadra que salgan los dos pueblos beneficiados sino solo uno que sería Villanueva, no le cuadra que vivir en una ciudad más grande signifique vivir mejor y tampoco le cuadran tantas promesas que se están haciendo si se concreta la fusión.
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