Soraya Vega, la joven inquieta a la que Vara convenció en un mitin

Era 2007, Vara se convertiría ese año por primera vez en presidente de la Junta de Extremadura, y Soraya Vega iniciaría una trayectoria política que 16 años después la ha llevado a convertirse en portavoz del PSOE en la Asamblea, del partido al que se afiló tras escuchar a Vara, pero también por tradición familiar y convencimiento personal.

«Mi abuelo materno era un militante histórico del PSOE, cuando Juan Carlos Rodríguez Ibarra salía en el parte se hacía el silencio más absoluto en esa casa, para mi abuelo era importante, se había conseguido la autonomía para Extremadura, él había conseguido volver».

Soraya Vega reconoce que las vivencias que su abuelo contaba, «de los tiempos que tuvo que estar fuera, él decía muchas veces que temía más a los grises que a los lobos», influyeron en su visión política. Más, si cabe, en una mujer que se decantó por la Educación Social, «que tenía a flor de piel todo lo que tenía que ver con los aspectos sociales» y que entendió por ello, asegura, que «la participación política era realmente una manera de mejorar todo eso que yo estaba estudiando».

A su diplomatura en Educación Social le siguió después un máster en Sexología y ahora el Grado de Psicología que estudia. Porque Soraya Vega se define, sobre todo, como una persona inquieta, «en constante movimiento, en un no parar», que se quedó al finalizar sus estudios en la empresa privada en la que comenzó a trabajar como monitora de ocio y tiempo libre los veranos, para ayudar en el pago de su formación académica.

Cinco años después de afiliarse al PSOE, se convirtió en secretaria general de las Juventudes Socialistas de Extremadura. Desde 2012 hasta 2017. Para entonces ya era teniente de alcalde de su pueblo, de Herrera del Duque, donde nació hace 36 años una mujer que disfruta pasando tiempo con la familia y viajando con sus primas. «Es una de mis grandes aficiones». Una mujer que tiene claro su nuevo reto político: «Marcar la oposición del PSOE de manera nítida».