Un día de verano con...
Su trabajo, muy vinculado al sector turístico y cultural, tiene especial incidencia estos meses
Terracota Mérida es uno de los estudios de artesanía más destacados de la ciudad, no sólo por su labor y la venta de sus piezas, ... sino por su implicación en numerosas actividades culturales y creativas. Desde el Festival de Teatro a Emerita Lvdica tienen el sello de esta marca, creada por los hermanos Lorenzo y Juan Manuel Pérez Vinagre, que han sabido aunar lo mejor de la tradición alfarera de Salvatierra de los Barros con la demanda de creatividad de la actualidad.
–¿Le gusta el verano o prefiere otro momento del año?
–Estoy entre la primavera y el verano, pero me quedo con el verano por toda la acción que me genera y por formar parte de muchas más actividades, tanto de trabajo como de ocio.
«El recuerdo más especial que tengo es una puesta de sol con Ana y mis hijas en Mykonos»
–¿A qué hora arranca el día en verano, cambia su horario?
–En ningún momento del año me gusta madrugar muchísimo, pero en verano suelo levantarme un poco antes que en otras estaciones, sobre las 8.30. Excepto en mi periodo vacacional, que en ese caso no pongo el despertador...
–¿Suele hacer más deporte?
–Me encanta hacer deporte todo el año. Quizás en verano no salgo tanto a correr, que es lo que más disfruto, y lo suplo con algo mas de natación, kayak o gimnasio.
–¿Aumenta sus lecturas?
–En mi casa tenemos mucho hábito de lectura, aunque yo el que menos, quizás por el ajetreo que tengo del día a día. Pero en verano aprovecho para leer más y es algo que disfruto y me relaja.
–¿Participa en más actividades culturales durante el verano?
–En verano en Mérida, y dedicándome a lo que me dedico, es imposible no estar en mil y una actividades de la ciudad y fuera. Empezando con el Stone and Music y siguiendo con el Festival de Teatro Clásico, pasando por conciertos, presentaciones, exposiciones, eventos, charlas, premios… Es un no parar, pero me encanta.
–¿Cuál es su plato favorito en verano?
–Me encanta disfrutar de cualquier comida rica y tengo muchos platos y recetas favoritas durante todo el año, pero quizás el plato que más me recuerda que el verano ya está aquí es una buena ración de coquinas gaditanas al ajillo.
–¿Cambia su estilo de alimentación?
–Cada día que pasa y cada año que voy cumpliendo soy más consciente de la importancia de una buena alimentación y llevar una vida sana. Suelo mantener todo el año este estilo de vida, aunque en verano, y sobre todo estando de vacaciones, puedo permitirme ciertas licencia, algunas cervezas, tapitas y helados de más.
–¿Aguanta bien el calor?
–Mi madre siempre me dice «muchacho, ¡no salgas a correr con este calor! ¡Qué te va a dar algo!» Pues yo salgo… Eso sí, con protección solar y superhidratado y la verdad es que sí aguanto bien el calor… A ver, si estamos ya en estas temperaturas locas de 42 grados, pues el cuerpo lo nota y entro en esa fase de desgana. Pero normalmente no me afecta mucho el calor, lo llevo bien y sobre todo si entre trabajo y trabajo te metes un chapuzón en la piscina.
–¿Aprovecha para dedicar más tiempo a los amigos, a su familia?
–Casi todo mi verano lo paso en Mérida, ya que es temporada alta en mi trabajo, excepto quince o veinte días que me dedico a viajar o estar de vacaciones. Pero en verano suelo disfrutar más tiempo con la familia y con los amigos, sobre todo los fines de semana.
–¿Diría entonces que socializa más en verano o igual que el resto del año?
–Socializar es algo que hago durante todo el año y yo diría que durante todo el rato, en verano quizás más aun y mucho más rato... Una de las cosas que más me gustan de mi trabajo precisamente es eso, conocer gente, hablar, escuchar, aprender, generar sinergias y sobre todo crear lazos y redes. Y fuera de mi trabajo, también.
–¿Suele viajar en verano?
–Viajar es una de mis pasiones, me encanta conocer nuevas ciudades, nuevos países, sobre todo viajar con Ana (mi pareja) y con mis hijas cuando sus estudios y agendas lo permiten. Suelo viajar bastante durante el año, aunque el viaje más programado y de más tiempo lo hago en verano durante unos quince días de mis vacaciones.
–¿Cuál es su sitio favorito o al que más acude en verano?
–En verano suelo pasar el mayor tiempo posible en una casita que tenemos en un espacio precioso de esta ciudad de Mérida que es el lago de Proserpina, aunque hay tiempo para todo y no me pierdo unas cervezas y tapeo rico de viernes en el Sybarit con mis amigos. Pero cuando llegan las vacaciones mi destino es siempre un lugar con playa… Es obligatorio y necesario para mí en verano.
–¿Durante las vacaciones desconecta del todo?
–Los dos o tres primeros días de vacaciones aun tengo mi mente en el trabajo, en los proyectos que se han quedado a medias, en las entregas de los encargos, en las llamadas de teléfono, etc. Pero como tengo un equipo maravilloso, tanto en tienda como en taller, el cuarto día ya me relajo y suelo desconectar y olvidarme de Terracota en quince días.
–¿Le cuesta volver al ritmo de trabajo?
–Intento ir cogiendo el ritmo poco a poco. Los primeros días es normal que estés un poco despistado, pero la vida del emprendedor y más del creativo no dan tregua, ya vienes con las pilas cargadas. No me cuesta mucho.
–Un día de verano especial que recuerde?
–Pues diría muchos; momentos de mi infancia con mis padres y mis hermanos en las noches de San Juan, o en las fiestas de mi pueblo, Salvatierra de los Barros, momentos de mi época de músico con bajos instintos en esos conciertos de verano en escenarios de Extremadura... Pero el recuerdo más especial que tengo, es una tarde de agosto, de hace unos años, viendo una puesta de sol con Ana y mis hijas Raquel y Aitana desde un lugar mágico en Mykonos.
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