Plasencia
Caso San Lázaro: La policía documenta más de una treintena de disparos en el tiroteoBuena parte de las vainas halladas a lo largo de la calle Calzada corresponden a balas del calibre 9 milímetros como la que mató a la niña de dos años
Ana B. Hernández
Domingo, 10 de agosto 2025, 21:25
Más de una treintena de disparos se realizaron el 30 de marzo en el barrio de San Lázaro, en el tiroteo con el que se saldó una disputa entre dos clanes de Plasencia ... , los Hilarios y los Loletes, y una bala perdida acabó con la vida de Camelia, una niña de dos años.
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Las partes personadas en la causa, que instruye el Juzgado número 1 de Plasencia por el presunto homicidio de la pequeña, cuentan ya con el informe elaborado por la Policía Científica tras la inspección ocular que los agentes realizaron a los diferentes escenarios del tiroteo.
En el mismo se recogen hasta 33 disparos entre la calle Calzada, donde se produjo, y la vivienda de la calle Brisa, donde acaba la primera, en la que se refugiaban la niña de dos años y una joven que resultó herida en un pie.
Según el citado informe, en el exterior de la vivienda de los Loletes, en el inicio de la calle Calzada, no se han localizado impactos de arma de fuego en ninguna zona de la fachada, lo que vendría a reforzar la tesis de que los Hilarios de Gabriel y Galán, que huían de San Lázaro en un Audi negro, no realizaron disparos desde el vehículo.
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En el exterior de la vivienda sí se ha encontrado una vaina percutida en el suelo que corresponde a una bala de 9mm y que se sumaría a las otras siete que los policías hallaron en la mitad de la calle Calzada, entre la acera y el pavimento, donde también recogieron el interior de una vaina.
El segundo escenario analizado fue la vivienda sita en el número 16 de la calle Brisa, donde estaban Camelia Montaño y la joven Sara Silva. En la fachada del inmueble se han localizado cinco disparos y se han hallado tres balas, una en el exterior de la casa y dos en el interior.
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Y, por último, en el Audi negro en el que los Hilarios entraron y salieron de San Lázaro, había impactos de 19 disparos. Además, según recoge el informe, tenía fracturado el cristal de la luna trasera y de la ventanilla de la puerta delantera trasera y, entre los cristales, se hallaron dos postas de arma. Algunos de los impactos estaban en los reposacabezas traseros y las muestras de ADN y otros vestigios recogidos por los agentes de la Policía Científica, huellas incluidas, determinarán cuantas personas viajaban en el vehículo.
Las armas
Es una de las dudas que aún siguen sin aclararse en un caso que se investiga por presunto homicidio y por el que fueron detenidos once hombres: seis miembros de los Loletes de San Lázaro y cinco de los Hilarios de Gabriel y Galán. Solo los primeros están en prisión desde el pasado 1 de abril, al considerar el juez, en atención al atestado policial, que los Hilarios no dispararon ningún arma. No obstante, aunque son cinco los detenidos, los testigos del tiroteo siempre han hablado de los cuatro que iban en el interior del vehículo.
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El análisis de los vestigios encontrados en el coche podrá determinar cuántas personas viajaban, y las pruebas de parafina y el estudio de balística, aún pendientes, concretar cuántos de los encarcelados dispararon y de qué arma salió la bala que causó la muerte de Camelia.
Son cinco las armas de fuego intervenidas por la Policía Nacional a los Loletes tras el tiroteo: cuatro escopetas y un subfusil de asalto. Las primeras disparan postas como las que se hallaron en el Audi, pero solo el subfusil es compatible con las balas de 9mm como las que los encarcelados compraron el día antes del tiroteo en una armería de Plasencia y como la que mató a Camelia Montaña. Una bala que, como ha confirmado la autopsia, le atravesó la cabeza.
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No obstante, esas balas también puede ser disparadas por pistolas y, aunque ninguna fue intervenida, lo cierto es que la Guardia Civil ha informado al juzgado que el único de los seis encarcelados por el tiroteo de Plasencia con licencia de armas no ha entregado todas las que son de su propiedad.
Una pistola Walther y otra Kimar, ambas para munición del calibre 9mm, son las que la Guardia Civil echa en falta entre las armas intervenidas. Dos pistolas detonadoras, que su propietario no ha depositado y, por tanto, sobre las que se desconoce su paradero y también si fueron o no disparadas en el tiroteo de San Lázaro.
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